En las pequeñas y medianas empresas, el clima laboral puede ser determinante para la permanencia, motivación y productividad de los colaboradores. A diferencia de las grandes compañías, en equipos reducidos los problemas pueden tener un impacto directo en los resultados de la organización.
María Ignacia Osses, HR Product Manager de Trabajando.com, y Eduardo Ulloa, gerente comercial en la agencia de comunicaciones PRenseable, de startups y scaleups, explican las razones de la importancia de medir el clima organizacional en las pymes, qué señales alertan de un mal ambiente de trabajo y qué acciones simples pueden ayudar a mejorarlo.
La importancia de medir el clima laboral en pymes
“Para las PYME, medir el clima laboral no es un lujo, sino algo fundamental. Si lo pensamos, el clima en una pequeña escala, es aún más notorio. Por lo que en un equipo pequeño, si una persona está mal, se notará y su impacto contagiará a los demás de manera inmediata; en empresas de menor tamaño los problemas no se diluyen como en una empresa grande. Al medir el clima, las empresas pueden identificar y resolver conflictos a tiempo, lo que previene la alta rotación y la generación de un ambiente negativo”, señala Osses.
Agrega que esta práctica permite “asegurar la permanencia de colaboradores esenciales, cuya salida resulta especialmente costosa para una empresa pequeña. Este tipo de medición contribuye a construir una base sólida para el crecimiento, fortaleciendo tanto el liderazgo como la cultura organizacional antes de que surjan problemas mayores”.
Ulloa va en una línea similar y asegura que en una pyme, “el clima se siente en cada conversación, en cada chat, en cada reunión”. Para el especialista, no es solo una cuestión de cultura, “es un motor operativo. Un buen clima permite que las personas trabajen desde la confianza, la comodidad y el propósito. Y cuando eso ocurre, el equipo se vuelve más creativo, más comprometido y más enfocado. Un equipo que se siente bien cuida mejor a tus clientes. Y son los clientes quienes hacen posible la rentabilidad”.
Herramientas simples y de bajo costo para conocer al equipo
Considerando la importancia del clima laboral, saber cómo medirlo también cobra relevancia. En ese escenario aparecen opciones accesibles y efectivas para evaluar la satisfacción de los trabajadores.
María Ignacia Osses afirma que no es necesario invertir en herramientas costosas ni destinar grandes cantidades de dinero o recursos para conocer al equipo. “Para las Pyme es recomendable medir el clima mediante encuestas, para las cuales pueden usar Google Form, herramienta gratuita de Gmail/Google. Con dicha herramienta pueden hacer encuestas y luego analizar los datos y presentarlos mediante gráficos para que el entendimiento de los resultados sea más sencillo”, sostiene.
A ello añade que “otra herramienta o metodología que es bastante recomendable para medir el pulso del clima laboral, son los focus group, lo cual te permite entender la percepción de grupos con muestras más controladas. En la misma línea, hacer reuniones aleatorias con miembros de distintos equipos, también es provechoso como canal de información”.
Eduardo Ulloa también apunta al rol que deben tener los líderes de las organizaciones, asegurando que es clave contar con encargados “conscientes del valor que tiene el clima laboral”.
“A partir de ahí, incluso con equipos pequeños, se pueden generar instancias personalizadas para conversar y levantar información”, declara.
Señales de un mal clima laboral
Ya con un conocimiento más profundo de las necesidades dentro de una organización, el siguiente paso es conocer de cerca los síntomas que pueden permitir detectar un deterioro en el ambiente de trabajo.
En ese sentido, Osses llama a poner atención en la rotación, ausentismo y baja participación en actividades de equipo o empresa. “Muestran no sólo una falta de interés, sino también un posible problema en el clima laboral. (…) Una de las primeras (señales) aparece en la comunicación, esta disminuye. Disminuyen las conversaciones espontáneas y aumenta la incomodidad, mientras los rumores se difunden de manera rápida, la información oficial no. También se ve afectada la colaboración. Las personas tienden a aislarse, trabajando de manera individual y las áreas en Silos, sin disposición a apoyarse entre sí”, explica.
Asimismo, advierte que en estas situaciones suele evidenciarse “un ánimo bajo, poca iniciativa y un trabajo realizado ‘solo para cumplir’. (…) Se cometen más errores, los plazos no se cumplen y la carga laboral se reparte de manera desigual, recayendo en unos pocos. Finalmente, en las relaciones interpersonales se evidencian más conflictos, falta de confianza hacia los líderes y actitudes de aislamiento por parte de algunos colaboradores”.
Ulloa concuerda en este sentido y afirma que cuando existe un quiebre en la comunicación, puede generar un efecto en cadena. “Cuando se pierde el feedback constructivo, cuando los errores se ocultan o cuando la gente empieza a funcionar en piloto automático, hay algo que no está bien (…) En estructuras reducidas, basta con que una sola persona se sienta desmotivada para que toda la dinámica cambie. Por eso, el liderazgo debe estar atento no solo a los resultados, sino también a los gestos, los silencios y las conversaciones informales”.
Acciones prácticas y de bajo costo para mejorar el clima laboral
Finalmente, Osses y Ulloa entregan recomendaciones para mejorar el clima sin necesidad de grandes recursos:
“Hay varias maneras de mejorar el clima, pero lo primero es establecer el propósito de trabajar en ello. (…) Un ejemplo, es el impacto que tiene el reconocimiento. Felicitar y celebrar los logros, por pequeños que sean, en público, ya sea en reuniones, correos o en un chat grupal. Impacta de manera positiva en la percepción que tienen los colaboradores respecto al reconocimiento de su trabajo”, sostiene Ulloa.
Agrega que “las reuniones breves de check-in son otra herramienta poderosa, no tomará más de 10-15 minutos a la semana entregar un espacio en donde cada persona pueda compartir su progreso y necesidades. (…) Ofrecer opciones como horarios ajustables, teletrabajo parcial o pausas cortas puede reducir el estrés y aumentar la satisfacción sin costo”.
Asimismo, recomienda generar instancias de integración: “Es posible organizar actividades de integración simples, como almuerzos o dinámicas rápidas. Esto ayuda a reforzar el sentido de pertenencia. Finalmente, también es importante promover la autonomía y confianza, dándole a los colaboradores la oportunidad de liderar pequeñas acciones donde ellos también sean partícipes de la creación de un clima positivo”.
Ulloa puntualiza afirmando que “no se trata de presupuestos, sino de intención. Crear espacios reales de escucha, institucionalizar el feedback —en ambas direcciones— y generar rituales que den sentido al trabajo compartido puede transformar el ambiente de manera profunda”