Por años, el jurel ha ocupado un lugar en la mesa de los chilenos. Se trata de un producto nutritivo y de un valor accesible para la familias. Por eso, está considerado dentro de la tradición alimentaria nacional.
Pero una denuncia realizada en julio por los Pescadores Industriales del Biobío destapó una situación que golpea la confianza del consumidor y compromete a importantes cadenas de distribución: millones de latas que se vendieron como jurel, en realidad, eran caballa importada desde China.
Según el gremio de pescadores del Biobío, serían unos 30 millones de tarros de falso jurel que estarían siendo comercializados en supermercados, almacenes de barrio y programas públicos de alimentación como Junaeb. Y la semana pasada se abrió un nuevo episodio: es que a pesar de que las marcas que venden estas conservas importadas desde China rechazaban las acusaciones y defendían la validez de sus productos
, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana estableció lo contrario.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile recogió muestras de conservas en distintos puntos de expendio y bodegas de importadores ¿El resultado? Las conservas ofrecidas por las cinco marcas bajo cuestión –Acuenta (Walmart), Barquito, Novamar, Coliseo y Unimarc– no correspondían a la especie jurel (Trachurus murphyi), sino a caballa (Scomber spp.).
"Hemos instruido los sumarios sanitarios correspondientes y las empresas deberán retirar los productos del mercado hasta su correcta rotulación, señalando la verdadera naturaleza del alimento", afirmó la Seremi Alejandra Hernández.
Hernández aseguró que ese día se iniciaron los sumarios correspondientes, ya que hubo equipos desplegados en la Región Metropolitana, y que notificó a las empresas de esta infracción.
"Ellos (el equipo) van a estar también sujetos a que nosotros ordenemos el retiro de los productos de la comercialización hasta que el etiquetado corresponda al producto que ellos están vendiendo", añadió.
En tanto, la especialista del INTA, Carmen Gloria Yáñez, explicó el procedimiento utilizado para llegar a esta conclusión.
Junto con las cinco marcas detectadas, se sumó un sexto caso: la marca La Mar, que solicitaba su internación como jurel, fue rechazada, ya que sus productos también corresponden a caballa.
Así, las empresas notificadas deberán ajustar la rotulación en sus envases, modificar la declaración nutricional en caso de corresponder y enfrentar multas que podrían llegar a las 1.000 UTM (alrededor de $70 millones).
El golpe a la confianza
La situación provocó críticas de la industria pesquera local. La Asociación Gremial de Pescadores Industriales del Biobío –quienes levantaron la denuncia inicial– valoró el trabajo de la autoridad sanitaria.
Su presidenta, Macarena Cepeda Godoy, manifestó que "el trabajo realizado por la Seremi de Salud Metropolitana confirma lo que denunciamos: en Chile se están comercializando más de 30 millones de latas de conserva que, bajo la etiqueta de 'jurel', escondían especies distintas y de menor calidad nutricional".
Sin embargo, las cifras de la Seremi son diferentes. Hablan de 7 millones de unidades, aproximadamente. "No obstante, es información que las empresas deben corroborar en el marco de la investigación", precisó la Seremi a Emol.
"Es un hecho gravísimo que afecta a la fe pública, que engaña a las personas y que merece una condena categórica de todos los actores", reprochó.
Cepeda enfatizó el rol del jurel en la identidad alimentaria nacional. "El jurel chileno es parte de nuestro patrimonio alimentario, es un pescado reconocido en todo el mundo por su aporte nutricional, por ser accesible para las familias (…)".
Y agregó: "Lo que estaba en juego no solo era la transparencia del mercado, sino también la defensa de los consumidores, de una actividad productiva estratégica para el país y de un alimento patrimonio nacional".
La presidenta del gremio valoró las medidas de retiro y re-etiquetado dispuestas por la autoridad, pero planteó la necesidad de ir más allá.
"Valoramos que la autoridad sanitaria haya ordenado el retiro de los productos y su re etiquetado. Pero queremos ser más enfáticos: es indispensable que esto no vuelva a ocurrir, por ello, es fundamental que pueda por ejemplo reconocerse mediante una denominación de origen al jurel chileno, así como también se señale claramente en las conservas importadas el origen del producto y su correcta información nutricional".
Empresas vinculadas a la situación, como Walmart y SMU, no se han referido al asunto, pese a las consultas de Emol.
La Seremi, en todo caso, señaló que "durante esta semana se iniciará fiscalización al cumplimento de la medida informada a las empresas importadoras como a las comercializadoras, y en caso de no dar cumplimiento, se iniciarán los sumarios sanitarios correspondientes".