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Acciones caen con fuerza en 6 años: Gigantes globales de las bebidas alcohólicas sufren la baja del consumo

Cambios culturales, regulatorios y económicos estarían detrás de la disminución en el valor de las empresas.

03 de Septiembre de 2025 | 08:01 | Por Pablo San Martín, Emol
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AFP
Las acciones de las gigantes a nivel mundial de las bebidas alcohólicas han caído con fuerza en los últimos seis años, desde 2019 -el último año previo a la aparición del covid-19 en el planeta-. Según los expertos la tendencia no sorprende: es que el consumo ha disminuido en el último tiempo, con un énfasis en la generación Z y millenials.

El precio de la acción de AB InBev -con marcas como Busweiser, Stella, Brahma, Quilmes y Cusqueña-, ha caído más de 23% desde 2019; mientras que la baja de Pernod Ricard (Absolut, Ballantine's, Chivas Regal, Havana Club) supera el 35%.


El valor de la acción de Diageo (Baileys, Johnnie Walker, Smirnoff, Guinness) se ha derrumbado casi 35%; la de Heineken (Heineken, Sol, Tiger) alrededor de un 20%; la de Constellation Brands (Corona, Svedka, Modelo) un 8%: la de Molson Coors (Coors Lihgt, Miller Lite, Molson Canadian) también un 8%; Brown-Forman (Jack Daniel's, Herradura) casi 35%; y Campari Group (Aperol, Sky Vodka) alrededor de 30%.

A Chile el fenómeno no le es ajeno. CCU, dueña de Cristal, Escudo, Royal, Austral, Mistral y varias otras marcas, ha visto una caída del precio de su acción desde 2019 en torno a un 30%.

En tanto, Viña Concha y Toro, que tiene a Casillero del Diablo, Don Melchor, Cono Sur y otras, ha perdido un valor de alrededor de 19%.

¿Que ocurrió?


Entre quienes han observado lo que ocurre con estas firmas hay consenso: la industria del alcohol no lo está pasando bien.

Guillermo Armelini, académico de la Escuela de Negocios ESE de la Universidad de los Andes explica que la caída en las acciones de empresas de alcohol reflejan un fenómeno global: el consumo viene disminuyendo por cambios culturales, regulatorios y económicos.

Según explica millenials y Z "comienza a priorizar el bienestar y organismos como la OMS advierten que no existe un nivel seguro de consumo. A esto se suma la presión inflacionaria, que reduce las salidas y el gasto en bebidas".

"El mercado reacciona con fuerte crecimiento de cervezas y vinos sin alcohol, mientras que los inversores descuentan menores volúmenes a futuro. En definitiva, el sector vive una transformación estructural más que coyuntural", añade.

Fuentes de la industria, además, a las preferencias por otro tipo de drogas, consideradas más duras. Además, los jóvenes estarían restringiendo sus oportunidades de consumo de alcohol dado el aumento del costo de la vida y la preferencias por otros hobbies en su tiempo libre, como apuestas o juegos online.

Desde la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, en tanto, el académico Francisco Labarca sostiene que "el factor común es la caída en el volumen de venta, lo cual va de la mano con un cambio cultural importante que proviene de los más jóvenes".

"La industria del alcohol no lo está pasando bien".

Guillermo Armelini
"La generación Z y millenial -concuerda con Armelini- consumen menos alcohol que sus generaciones predecesoras". También menciona el factor inflacionario, que "repercutió en un menor consumo de alcohol".

"Vemos un escenario complejo en el tiempo para empresas que tenían un posicionamiento relevante en el mercado. Pero una oportunidad para empresas que vayan ajustando su oferta a las tendencias y cambios culturales que estamos viviendo", sostiene además Labarca.

Felipe Cáceres, analista de mercados de Capitaria, también menciona las costumbre más saludables adoptadas por millenials y Z.

"A esto se suma -dice- un endurecimiento regulatorio a nivel global: la OMS y diversas autoridades de salud promueven advertencias más visibles sobre los riesgos del consumo y restricciones en el marketing".

"Además, las ventas muestran una desconexión entre valor y volumen: en 2023 el sector logró subir precios, con un alza de 2 % en valor, pero al mismo tiempo los volúmenes cayeron 1 %, reflejando una demanda más débil", asevera también.

Concluye señalando que "a nivel global, el consumo de alcohol también se ha moderado. Entre 2010 y 2019, el consumo per cápita pasó de 5,7 a 5,5 litros de alcohol puro al año, según la OMS. América Latina se mantiene por encima del promedio mundial, pero también muestra una tendencia descendente".

Cabe destacar que Chile entre 2010 y 2019 redujo sus niveles de ingesta de alcohol en un 30%, siendo el tercer país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en conseguirlo, justo detrás de Costa Rica (-35%) y Corea del Sur (-33%).