Un día clave para los mercados mundiales se vivirá este miércoles y es que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se alista para anunciar su primer recorte de tasas de interés de 2025 esta tarde.
Para los analistas no existen dudas de que se anunciara una rebaja, la incógnita más bien está puesta en la profundidad de esta.
Ayer el banco central estadounidense inició su reunión de dos días, de la que se espera que se espera que salga la primera rebaja de los tipos de interés en exactamente nueve meses.
La mayoría de los entendidos sitúa la baja en un cuarto de punto, en un contexto marcado además por la persistente inflación, la ralentización del crecimiento económico de EE.UU. y la creciente presión del presidente Donald Trump sobre la entidad.
Con la subida de precios en agosto situándose en el 2,9%, el nivel más alto desde enero, la Fed tiene claro que los aranceles del Gobierno Trump están afectando al costo de la vida en la primera economía mundial, mientras el mercado laboral se ralentiza y una actividad económica se enfría, con una mayoría de economistas pronosticando un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de en torno al 1% en junio-septiembre.
El presidente del organismo, Jerome Powell, ya dejó claro en el foro de Jackson Hole en agosto que los riesgos a la baja para la economía estadounidense están ganando importancia en favor de la meta inflacionaria del 2%, lo que hace pensar que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) anunciará mañana por primera vez desde diciembre una rebaja de tasas.
El economista jefe para EE.UU. en Oxford Economics, Ryan Sweet, considera que la Fed "está en una situación difícil" porque sus objetivos de estabilizar los precios y lograr el pleno empleo "se están moviendo en la dirección equivocada", por lo que da por hecho que un recorte en las tasas de interés.
Sweet cree que la Fed sigue mirando con atención la subida del IPC pero que "se está formando un consenso dentro del banco central con respecto a que los aranceles provocarán un aumento único del nivel de precios, incluso si éste se extiende durante varios meses, debido al desfase entre los cambios en la tasa arancelaria efectiva y los precios al consumidor".
Sin embargo, apunta que los datos de agosto, cuando la inflación subyacente se situó además en el 3,1%, "no inclinan la balanza a favor" de que este miércoles se anuncie un recorte de 50 puntos básicos, por lo que prevé una rebaja de un cuarto de punto que sitúe los tipos de interés en una horquilla entre el 4 y el 4,25 %.
"El escenario macroeconómico allana el camino para que la Fed reanude su ciclo de recortes de tipos este mes", opinó por su parte Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, que cree a su vez que una inflación que se sitúa bien por encima de la meta del 2% "favorece un recorte de 25 puntos básicos en lugar de uno de 50 puntos básicos".
Krautzberger apuesta a su vez porque la FOMC anuncie recortes en las tres reuniones que tiene pendientes de aquí a fin de año, con las dos últimas programadas para el 28 y 29 de octubre y el 9 y 10 de diciembre.
Para Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria, en tanto, "más que el titular de si ‘sube, baja o mantiene’, lo decisivo será la guía: cómo equilibra la fed inflación y empleo, y en qué ritmo sugiere para los próximos trimestres".
"Si el mensaje migra hacia una postura algo menos restrictiva, el mercado podría validar una normalización gradual con espacio para pausas", añadió.
De acuerdo con el analista, los distintos escenarios tendrían impactos inmediatos en los mercados financieros. Una mantención sorpresiva presionaría al S&P 500 con caídas, fortalecería al dólar y golpearía al oro. En cambio, un recorte de 25 pb con guía prudente generaría reacciones acotadas, mientras que un recorte con guía más agresiva apoyaría a las bolsas, debilitaría al dólar y daría impulso al oro.
Finalmente, un ajuste de 50 pb sería una señal potente, capaz de disparar alzas en acciones, un retroceso del dólar y un rally del metal precioso. “Los activos reaccionan a la sorpresa respecto de lo que ya está en precio; por eso, el tono del comunicado puede mover tanto como el número”, advierte Bustamante
Persistente presión
La decisión se da en un contexto de inusuales, fuertes y constantes presiones que viene ejerciendo desde hace meses la Casa Blanca sobre la Fed para que flexibilice su política monetaria.
En las últimas semanas, Trump ha redoblado sus esfuerzos para influir en un organismo que por ley debe actuar con independencia total del Gobierno.
Aunque parece haber desistido en su idea de sacar del puesto a Powell, que dejará el cargo en mayo, recientemente la ha tomado con Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal a la que destituyó argumentando que cometió fraude hipotecario.
Cook, que se ha negado a dejar el cargo, llevó el despido a los tribunales, que este lunes rechazaron su desvinculación, lo que le ha permitido estar en la reunión de dos días que arrancó hoy.
Quien también está presente en el encuentro es Stephen Miran, el hasta ahora presidente del Consejo de Asesores Económicos de Trump, que le nominó para sustituir a Adriana Kugler, que renunció a su puesto en la Junta de Gobernadores de la Fed en agosto.
Miran, fue refrendado ayer mismo por el Senado como nuevo miembro del organismo y por ello se suma ahora a otros dos de los doce miembros con derecho a voto en la reunión, Christopher Waller y Michelle Bowman, considerados también muy cercanos a las posiciones del magnate neoyorquino.