De acuerdo con la información preliminar de las Cuentas Nacionales, el Banco Central informó esta mañana que durante el segundo trimestre de 2025, 15 de las 16 regiones del país presentaron crecimientos en su actividad económica, contribuyendo al aumento de 3,1% del PIB de la economía nacional.
En ese sentido, la macrozona norte tuvo dispar desempeño ya que Atacama fue la que más creció, pero Tarapacá fue la única región del país que tuvo un registro negativo.
"Todas las regiones registraron alzas en el consumo de los hogares, totalizando un incremento de 3,1% para el total nacional", detalló el Banco Central. A nivel de macrozonas, todas aportaron positivamente, destacando, en términos de incidencia, la región Metropolitana y las zonas Centro Sur y Norte.
El crecimiento estuvo sustentado principalmente por el impulso de los servicios personales y el comercio, que incidieron de manera transversal en el territorio.
"Las actividades de minería e industria manufacturera registraron resultados regionales mixtos, a pesar de haber incidido positivamente en el total nacional", agregó la entidad que preside Rosanna Costa.
En tanto, el dinamismo del consumo se explicó por aportes positivos en todos sus componentes, especialmente en los bienes no durables como vestuario, alimentos y productos farmacéuticos. El consumo de servicios también aportó, particularmente en salud, restaurantes y hoteles, y transporte. En bienes durables, el gasto en productos tecnológicos estuvo detrás de la mayor expansión.
Macrozona Norte
La región de Arica y Parinacota creció 0,1%, explicada por el alza de los servicios —con protagonismo de los servicios personales, empresariales y restaurantes y hoteles— y la industria pesquera. El desempeño negativo de la minería restó dinamismo. El consumo de los hogares aumentó 4,8%, con mayor gasto en alimentos, bebidas, combustibles y servicios personales.
La región de Tarapacá fue la única en registrar una caída, con una contracción de 4,1% explicada por la menor actividad en la minería del cobre. Compensaron en parte este resultado los servicios personales, transporte y la industria pesquera. El consumo de los hogares creció 3,1%, impulsado por alimentos, vestuario, combustibles y servicios personales.
En Antofagasta, la actividad se expandió 4%, gracias al buen desempeño de la minería del litio y cobre, además de mayor actividad en generación eléctrica y construcción. El consumo de los hogares aumentó 2,7%, con aportes de servicios personales y de restaurantes y hoteles, junto al gasto en productos tecnológicos y vehículos automotores.
La región de Atacama lideró la macrozona -y todas las regiones- con un alza de 13,9%, impulsada por la extracción de cobre, oro y plata. La generación eléctrica restó parte de este impulso. El consumo de los hogares apenas creció 0,3%, explicado por mayor gasto en alimentos y bebidas, compensado por la caída en servicios de transporte y restaurantes.
Macrozona Centro
La región de Coquimbo creció 2,4%, con aportes de la construcción y el sector agropecuario-silvícola, además de los servicios empresariales y el transporte. La minería del cobre incidió a la baja. El consumo de los hogares aumentó 4,1%, con énfasis en alimentos, bebidas y servicios personales.
En Valparaíso, la economía se expandió 2,9%, impulsada por servicios personales e informáticos, además de la generación eléctrica. Restaron dinamismo la minería del cobre y la industria manufacturera. El consumo de los hogares creció 3,3%, explicado por servicios personales y transporte, junto al gasto en alimentos.
Región Metropolitana
La RM creció 2,3%, gracias al aporte de los servicios personales, empresariales y transporte, además del comercio y la industria manufacturera. El consumo de los hogares avanzó 3,3%, con mayor gasto en alimentos, vestuario y productos farmacéuticos, además de productos tecnológicos y servicios personales.
Macrozona Centro Sur
La región de O'Higgins creció 4,3%, gracias a la minería y, en menor medida, los servicios. Restaron dinamismo la generación eléctrica, el agro y la construcción. El consumo de los hogares también subió 4,3%, impulsado por servicios personales y alimentos.
El Maule avanzó 3%, de la mano de la industria manufacturera —especialmente alimentos— y los servicios personales. La caída en la generación eléctrica limitó el resultado. El consumo de los hogares creció 2,8%, con mayor gasto en alimentos, bebidas y transporte.
En Ñuble, el crecimiento fue de 3,5%, con aportes de todas las actividades económicas, especialmente los servicios personales y el agro. El consumo de los hogares creció 3,6%, explicado por alimentos, vestuario, combustibles y transporte.
La región del Biobío subió 3,8%, gracias a la industria manufacturera —destacando la industria pesquera, la celulosa y combustibles— y los servicios personales y transporte. El consumo de los hogares aumentó 1,8%, impulsado por alimentos y servicios personales.
Macrozona Sur
En La Araucanía, el crecimiento fue de 2,4%, incidido por los servicios personales, el comercio y el agro. El consumo de los hogares avanzó 3,1%, explicado por servicios personales, restaurantes, hoteles y bienes durables como muebles y productos tecnológicos.
La región de Los Ríos se expandió 5,7%, con aportes generalizados: agro, construcción, alimentos y servicios personales. El consumo de los hogares aumentó apenas 0,5%, debido al mayor gasto en restaurantes y hoteles, compensado por la caída en combustibles y alimentos.
En Los Lagos, la economía creció 5,1%, gracias a los servicios personales y transporte, además de la acuicultura y la agricultura. El consumo de los hogares aumentó 3,2%, con gasto en alimentos, bebidas, vestuario y servicios de restaurantes y hoteles.
Macrozona Austral
La región de Aysén lideró la macrozona con un alza de 8,9%, explicada por la acuicultura y, en menor medida, los servicios personales y empresariales. La minería restó parcialmente. El consumo de los hogares creció 1,5%, con mayor gasto en servicios personales y restaurantes, además de vestuario y productos farmacéuticos.
En Magallanes, la actividad aumentó 7,5%, impulsada por la industria manufacturera —en particular la química y pesquera— y el dinamismo de la construcción y la acuicultura. El consumo de los hogares avanzó 3,8%, gracias al gasto en restaurantes, vestuario, farmacéuticos y combustibles.
