En el ecosistema emprendedor, conocer el concepto “valle de la muerte” puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Este término hace referencia a una de las etapas más críticas para una empresa, cuando debe sobrevivir en un escenario de incertidumbre, recursos limitados y desafíos para consolidarse en el mercado.
El “valle de la muerte” describe los primeros años de una pyme, donde muchas veces los ingresos no logran cubrir los gastos y la posibilidad de quiebra es alta. De hecho, en Chile, más del 50% de las pymes cierran antes de cumplir tres años, según cifras de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech).
Según indican los especialistas, enfrentar esta etapa con una mirada estratégica, disciplina financiera y apoyo en experiencias previas puede marcar la diferencia entre cerrar o crecer.
Andrés Arce, fundador de Grupo Arce LLC, destacó que una de las estrategias para enfrentar este escenario apunta al manejo de recursos de forma eficiente y rigurosa.
“Es el proceso más o menos de los primeros cinco o seis años de un negocio en el cual uno inicia, creo que siempre tiene que entender que antes de cinco años no deberías retirar nada y solamente deberías trabajar muy aplicado en hacer crecer la marca, en el reconocimiento del producto o servicio que tienes y fortalecerlo. Un alto porcentaje de las pymes que inician quiebran a veces por ese mismo conflicto o por no identificar bien su gasto real”.
Agregó que “la importancia de escuchar y aprender de la experiencia de otros que hayan superado el valle de la muerte es clave, es fundamental. Una pyme muchas veces no tiene la capacidad financiera de contratar un asesor, pero hoy a través de redes sociales y de Google uno puede buscar información y obtener buenos ejemplos. La rueda se inventó hace tiempo, entonces hay mucha información gratuita en la red que puede ayudar mucho”.
La importancia de la planificación financiera
Un aspecto clave para superar el denominado “valle de la muerte” es la planificación financiera. Contar con un presupuesto realista, estimaciones de flujo de caja y un orden en la gestión de recursos permite a las pymes anticipar escenarios críticos y tomar decisiones estratégicas a tiempo.
Patricio Gana, director ejecutivo de AK Contadores, explicó que “el Excel aguanta mucho, pero eso tiene que ser ajustado a la vida práctica. La mayoría de los errores tienen que ver con una mirada demasiado de corto plazo. Hay que tener una mirada a lo menos anual, considerando meses de mayores gastos como marzo, septiembre o diciembre”.
“También es fundamental proyectar ingresos con realismo y ajustar constantemente la planificación para no quedar atrapados en la estacionalidad”, complementó.
La disciplina en este ámbito, sumada a la búsqueda de inversionistas o socios estratégicos, así como la validación temprana del producto en el mercado, aumenta considerablemente las posibilidades de atravesar con éxito esta etapa y proyectarse hacia un crecimiento sostenido.
En ese sentido, Gana indicó que los emprendedores deben estar siempre en búsqueda de nuevas soluciones y reconocer cuándo detener un proceso para evitar mayores pérdidas.
“Cuando un emprendedor proyecta ventas lo hace en función de expectativas, pero estas deben ajustarse a la realidad. Si no busco nuevas soluciones y sigo haciendo lo mismo sin resultados, debo saber parar. Parte de la planificación tiene que ser también detenerse en el momento adecuado, de lo contrario solo se aumentan las pérdidas”, sentenció.