El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, levantó esta semana una polémica propuesta: formalizar a los migrantes irregulares que hayan entrado como turistas, para que puedan trabajar en el país.
El también exministro de Estado fundamentó su postura en la necesidad que existe para cubrir las exigencias de las labores del campo. "No tenemos la fuerza laboral agrícola nacional para realizar todas esas labores que demanda la agricultura. Y por eso los países, no solamente Chile, porque este es un fenómeno global, necesitan a los inmigrantes", indicó.
De inmediato, surgieron voces críticas. "La solución no puede ser regularizar a cientos de miles de inmigrantes ilegales", dijo, por ejemplo, el candidato de Republicanos, José Antonio Kast.
Una postura contraria también mostraron los candidatos Johannes Kaiser (PNL) y Franco Parisi (PDG). Mientras que Evelyn Matthei no se ha pronunciado, aunque Ximena Rincón (Demócratas), de su equipo, respaldó los dichos del presidente de los agricultores.
El mundo de los gremios empresariales también comenzó a expresarse. Mientras algunos defienden férreamente lo planteado por Walker, otros piden tener más cautela.
Las posturas de los gremios empresariales
La Multigremial Nacional, que lidera Juan Pablo Swett, manifestó su apoyo a la iniciativa del presidente de la SNA. "Estamos de acuerdo en formalizar a aquellos extranjeros sin antecedentes que quieran aportar al país a través del trabajo. Hoy tenemos una realidad que no se resuelve con discursos, sino con pragmatismo", dijo Swett.
"Estamos de acuerdo en formalizar a aquellos extranjeros sin antecedentes que quieran aportar al país a través del trabajo. Hoy tenemos una realidad que no se resuelve con discursos, sino con pragmatismo"
Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial de Emprendedores
"Formalizar significa proteger al trabajador, dar certeza a los empleadores y sumar al desarrollo productivo de Chile a miles de personas que hoy están en la informalidad", sostuvo asimismo.
"El campo necesita mano de obra urgente, sobre todo en esta época que se viene de cosechas. La estacionalidad es clave en el desarrollo y crecimiento del agro, no comprender eso es no estar conectado con el mundo rural", indicó además.
"Con este tipo de medidas -agregó- es la única forma de saber claramente quiénes son los migrantes que vienen a aportar al desarrollo del país y cuáles son los que vienen a delinquir. La formalización con controles estrictos nos permite separar y dar certezas a toda la sociedad".
Desde la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta) mostraron una postura similar. "Nuestra preocupación junto con la SNA, de la cual somos parte, es fomentar la formalidad laboral", indicó Victor Catán, presidente de la entidad.
"Nosotros hace más de 2 años venimos hablando de la necesidad de que los trabajadores extranjeros temporeros puedan estar en un estatus formal", sostuvo.
Añadió además que "la SNA tomó la posta y hemos propuesto y conversado cómo generar las condiciones para aquello se cumpla".
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en tanto, Alfredo Echavarría sostuvo que "lo ocurrido en los últimos años con una llegada sin control de extranjeros, causó un impacto en el país que no estaba preparado para un aumento de la población de estas dimensiones".
Con ello en cuenta, aseguró que "hay muchos inmigrantes que vienen a trabajar de manera honesta y sacrificada, que vienen desde países que pasan por situaciones muy complicadas. Con ellos, Chile nunca ha tenido problemas, porque sabemos que con su trabajo colaboran con el desarrollo del país".
"Por eso -enfatizó- es necesario que el ingreso de migrantes se de en el marco de un proceso controlado, en el que el Estado esté preparado para la atención básica que debe otorgárseles en materia de salud, educación y vivienda".
"De la misma forma, no es posible atender o regularizar la situación de quienes han llegado al país para delinquir o activar redes de narcotráfico y crimen y, en general, no es posible regularizar sin control la inmigración ilegal", complementó.
La Federación de Empresas de Turismo (Fedetur), en voz de su presidenta, Mónica Zalaquett, por su parte, aseguró que "entendemos que en sectores como el agro existe una necesidad concreta de contratación y por eso se comprende el llamado que ha hecho la Sociedad Nacional de Agricultura. Sin embargo, en el actual contexto debemos ser muy cuidadosos. Hoy enfrentamos una crisis de migración irregular, donde incluso en muchos casos ni siquiera se conoce la identidad de quienes han ingresado y permanecen en Chile".
"Sabemos también que hay muchos que aún esperan por sus trámites de regularización, y ese es un tema que requiere mayor eficiencia del Estado. No obstante, no podemos perder de vista que nuestro mercado laboral está en crisis, con niveles muy altos de desempleo e informalidad. Por eso es indispensable evaluar de manera responsable cómo abordar estos procesos y si el país está en condiciones de seguir recibiendo migrantes", agregó.
La propuesta de la CPC
En agosto este año, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), que lidera Susana Jiménez, presentó el documento "Motores para el crecimiento", en el que aborda propuestas relativas a migrantes.
Según el informe -elaborado por un grupo de 80 especialistas- se deben "ampliar las oportunidades formales de trabajo para migrantes" y "suprimir el porcentaje máximo de trabajadores extranjeros que pueden prestar servicios en una misma empresa", con la excepción de las "actividades que el país estime de interés nacional".
El documento también plantea que se tiene que agilizar "el procedimiento de revalidación, convalidación y reconocimiento de títulos profesionales, técnicos y grados académicos obtenidos en el extranjero, y la convalidación de competencias y actividades curriculares cursadas en una institución extranjera de educación superior".
"Se deberá establecer procedimientos más simples para entidades educativas del extranjero que pertenezcan a rankings internacionales", dice también.
Asimismo, plantea "reglar la situación laboral de trabajadores migrantes, mediante visas de trabajo temporales para quienes acrediten contar con una oferta de trabajo formal, sujeto a la aprobación de dicha visa".
"Esta última -dice el informe- tendrá una duración de un año, renovable por uno más, y solo podrá ser otorgada a migrantes empadronados, sin antecedentes delictuales. Si el migrante incurre en algún delito, perderá automáticamente la visa y la posibilidad de renovarla. Concluido el segundo año de trabajo formal en Chile, los migrantes podrán iniciar el proceso para obtener su residencia".
