De casa de veraneo a lodge boutique: El Remanso en Cochamó, formado por un matrimonio de abogados

El Remanso es un lodge boutique atendido por sus propios dueños, ubicado en Llanada Grande, en el sector de Puelo, comuna de Cochamó, en plena Patagonia chilena. Es un lugar íntimo y acogedor, con un estilo propio, donde cada detalle fue pensado para integrarse al entorno natural que lo rodea.

Ofrecemos una experiencia de alojamiento inmersa en la naturaleza, pensada para quienes buscan desconectarse del ruido, reconectar con lo esencial y vivir momentos de descanso profundo. Aquí, la belleza del paisaje, el ritmo pausado y la calidez del ambiente invitan a detenerse, respirar y renovarse. Nuestro enfoque es simple: ofrecer una estadía única, tranquila y significativa, en uno de los rincones más especiales del sur de Chile.

La arquitectura del lodge, obra de nuestro gran amigo Samuel Claro Swinburn (Q.E.P.D.), y luego terminada por su hijo Cristóbal Claro Barros, de Claro Arquitectos, respeta el emplazamiento natural del hotel, integrándolo armónicamente al bosque nativo, sin imponerse sobre él.

El Remanso viene a cubrir una necesidad no resuelta en la zona: la de un alojamiento que combina comodidad con sentido, y que va más allá de la lógica del lujo tradicional. Aquí, el verdadero lujo no está en las amenidades excesivas, sino en lo que no se puede copiar: el silencio, el tiempo sin apuro, la intimidad de sentirse acogido como en casa, y la posibilidad de vivir una experiencia transformadora en contacto con la Patagonia más auténtica.

La idea nació cuando nuestros hijos eran chicos y recorríamos la Carretera Austral. Soñábamos con vivir en el sur y tener un espacio propio donde compartir lo que más nos gustaba: la naturaleza, la tranquilidad y el tiempo de calidad. Con los años, ese sueño quedó guardado, pero volvió a tomar fuerza durante la pandemia, cuando retomamos los planos de lo que originalmente iba a ser nuestra casa de veraneo. Ese diseño, creado junto a nuestro amigo Samuel Claro, nos recordó lo especial que era el lugar y el potencial que tenía. Poco a poco, fuimos imaginando algo más: transformar este proyecto en un lodge donde otros también pudieran disfrutar de paisajes mágicos, conocer a la gente local, probar sus productos y llevarse recuerdos inolvidables.

El capital inicial fue aportado por nosotros, los fundadores, y nuestra familia, como parte de un proyecto familiar y de vida.

Por estar en una zona remota, acceder a financiamiento bancario fue casi imposible. Además, no calificamos a fondos públicos por estar en la Provincia de Llanquihue, a diferencia de otras zonas patagónicas como Palena o Chiloé.

Aun así, creemos que este lugar tiene un potencial enorme y estamos convencidos de que tenemos un diamante en bruto entre manos, por lo que seguimos empujando con ganas, también pensando en el beneficio que este proyecto puede significar para la comunidad local.

Operamos como un lodge boutique exclusivo, con solo tres habitaciones y atención personalizada de los propios dueños. Ofrecemos alojamiento con servicio completo en un entorno remoto y privilegiado, frente al río Totoral, afluente del Puelo. Nuestro modelo combina hospitalidad cercana, vivencias en la naturaleza, bienestar y cultura local, todo en un ambiente de diseño acogedor y comodidades de alto nivel. Trabajamos junto a personas de la zona para ofrecer una estadía auténtica y con sentido, diferenciándonos por el trato cálido y la experiencia transformadora que entregamos, donde el lujo está en lo simple, la calma y lo humano.

Nuestro público son viajeros nacionales e internacionales, principalmente parejas, familias y grupos de amigos, que buscan momentos auténticos y sustentables, fuera del circuito masivo. Son amantes de la naturaleza, el bienestar y la desconexión, exploradores que valoran lo simple pero bien hecho, con ganas de desconectarse y disfrutar de lo esencial sin renunciar a ciertas comodidades.

Apuntamos a viajeros que buscan exclusividad, personalización y detalles cuidados, personas que valoran el confort, pero también la originalidad, la sustentabilidad y las experiencias con propósito. Si bien partimos enfocados en el público chileno, hoy también nos abrimos a viajeros extranjeros que buscan lugares únicos, tranquilos y más auténticos.

No nos gusta pensar en términos de competencia, sino en un ecosistema de proyectos que, desde distintos enfoques, ponen en valor la experiencia de viajar por la Patagonia y el sur de Chile. Existen otros lodges y hoteles boutique que también buscan ofrecer desconexión y cercanía con el paisaje, y cada uno aporta a enriquecer el destino desde su propia identidad.

Lo que distingue a El Remanso es su escala íntima, la atención cercana de sus propios dueños y una ubicación privilegiada, que permiten vivir el lujo de lo fundamental: la calma, lo sincero y la experiencia de desconexión y reconexión con lo esencial en la Patagonia profunda.

Mantenerlo como un proyecto familiar: desde el inicio decidimos que El Remanso debía reflejar quiénes somos, y por eso todos participamos activamente, cada uno con lo suyo. Esa energía familiar se siente en la hospitalidad que ofrecemos a los huéspedes.

Vivir el proceso de construcción en primera persona: estuvimos presentes en cada etapa, metiendo las manos, revisando cada detalle, con nuestro ojo creativo.. Esto permitió que el lodge tenga un carácter único y que cada rincón refleje un trabajo hecho con cariño.

Apostar por lo local: quisimos que el proyecto se levantara junto a la comunidad, trabajando con personas de la zona y valorando su conocimiento. Esto no solo le da una identidad especial al lodge, sino que genera una conexión muy auténtica entre lo que traemos y lo que ya existe en Llanada Grande.

Para nosotros, uno de los grandes desafíos ha sido pasar de ejercer como abogados a dedicarnos a la hospitalidad, un mundo distinto que nos ha enseñado a escuchar más, a ser flexible y a poner en el centro la experiencia de las personas.

Nuestra misión es aprender constantemente a mantener la esencia de El Remanso: un lugar íntimo, auténtico y en armonía con su entorno. Hemos tenido que aprender a equilibrar la hospitalidad con la vida familiar, a escuchar a la comunidad y a la naturaleza, y a simplificar para ofrecer lo que realmente importa: el lujo de lo esencial. Cada paso es un aprendizaje para crecer de manera consciente, cuidando la estadía de quienes nos visitan y el territorio que nos acoge.

Tenemos un sinfín de desafíos y planes hacia adelante, todos con miras hacia mejorar la experiencia del pasajero, incorporar y beneficiar a la comunidad local y lograr nuestras metas.

Nuestro propósito es que El Remanso sea un lugar que inspire a quienes nos visitan a vivir más despacio y con más conciencia. Queremos mostrar que es posible viajar y descansar de una manera distinta: en armonía con la naturaleza, en contacto con la comunidad local y valorando lo simple como lo verdaderamente extraordinario. Aspiramos a que cada persona que pase por aquí se lleve más que un recuerdo y que la experiencia lo acompañe más allá de la fecha de check out.

Uno de los principales riesgos que enfrentamos es la lejanía. Estar en un lugar remoto es parte de la magia de El Remanso, pero también implica desafíos importantes: el acceso puede ser complejo y la operación requiere resolver temas logísticos con anticipación. Es un riesgo constante, aunque también es lo que nos permite mantener la autenticidad y el carácter único del lodge.

Nuestro objetivo es conquistar un mercado de viajeros que buscan experiencias auténticas y con propósito, tanto en Chile como en el extranjero. Vemos un gran potencial en el turismo de bienestar y desconexión, un segmento en crecimiento a nivel mundial, que prioriza lugares únicos y no masivos.

A nivel nacional, apuntamos a un público chileno que cada vez más valora escapadas íntimas y cercanas al entorno natural, especialmente parejas y familias que buscan tranquilidad y exclusividad. A nivel internacional, nos enfocamos en viajeros de nicho —principalmente de Norteamérica y Europa— interesados en conocer la Patagonia desde un lugar más único, con comodidad pero sin artificios.

Admiramos a quienes han logrado construir proyectos coherentes con sus valores, que combinan propósito, calidad de vida y conexión con su entorno. En el rubro hotelero, admiramos iniciativas familiares que han logrado destacar por su autenticidad y calidez.

En cinco años vemos a El Remanso consolidado como uno de los lodges boutique más inspiradores de la Patagonia, con una operación estable, sostenible y reconocida por la propuesta humana y transformadora que ofrecemos. Queremos ser un referente nacional en turismo sustentable, un lugar cómodo y lindo, pero al mismo tiempo respetuoso con la comunidad y el entorno. Lo que más nos motiva es pensar en huéspedes que sigan regresando y recomendando lo que vivieron aquí, siendo parte del desarrollo local sin perder la esencia de lo natural ni lo familiar.

Admiramos mucho lo que hace la Fundación Fungi. Han hecho un trabajo de divulgación y sensibilización increíble, logrando que el reino fungi sea mucho más considerado. No sacamos nada con proteger el bosque si no cuidamos también el ecosistema de hongos que lo sostiene. En El Remanso compartimos esa misma mirada: creemos que proteger y valorar la naturaleza en su conjunto es la base de todo lo que hacemos.

Sí, especialmente en sectores como el turismo sostenible. Chile ofrece una riqueza natural única, seguridad y creciente interés por historias auténticas. Aunque aún hay desafíos en infraestructura y acceso a financiamiento, el potencial es enorme.

Hoy por hoy, el Estado representa más bien un obstáculo que una ayuda. Si bien existen programas que buscan apoyar el turismo y el emprendimiento, en la práctica muchos trámites son lentos y la burocracia termina siendo una barrera.. Esto se hace especialmente evidente en zonas rurales, donde emprender se vuelve aún más difícil por las condiciones propias del territorio.

Rosario Lavín Cariola y Luis Eduardo Montes, ambos abogados de profesión, son el matrimonio fundador de El Remanso del Puelo. Crearon este lodge boutique en la Patagonia como un sueño familiar y plan de vida a futuro, pensado para compartir con otros el lujo de lo simple, la calma y la autenticidad.