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El oro brilla y supera los US$4.000 por onza: Expertos explican las razones del "salto histórico sin precedentes"

Podría mantenerse en niveles históricos mientras persistan ciertos factores geopolíticos.

09 de Octubre de 2025 | 14:03 | Por Martín Garretón, Emol.
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El Mercurio
El oro alcanzó un hito histórico al superar los US$4.000 por onza, consolidándose como el activo refugio por excelencia en un contexto marcado por conflictos geopolíticos, tensiones monetarias y dudas sobre la estabilidad económica mundial.

Detrás de este salto sin precedentes confluyen varios factores, según los expertos -desde la política de tasas de la Reserva Federal hasta las compras récord de bancos centrales- que explican por qué el metal dorado sigue siendo el refugio predilecto en tiempos de incertidumbre.

Con todo, los analistas observan con atención si este impulso se mantendrá o si el mercado podría enfrentar una corrección en el corto plazo, especialmente si cambian las expectativas sobre las tasas de interés o el dólar.

¿Está el oro frente a un nuevo ciclo de precios récord, o su brillo podría atenuarse si el panorama económico global da un giro inesperado?

Tensiones globales y búsqueda de refugio


El escenario internacional ha jugado un papel determinante en el auge del oro. La combinación de conflictos bélicos, riesgos políticos y una economía mundial en desaceleración ha empujado a los inversionistas hacia activos de resguardo.

Según Diego Montalbetti, analista de mercados de Capitaria, "en esta ocasión, el impulso proviene de un entorno internacional altamente volátil, marcado por los conflictos geopolíticos en Medio Oriente (Israel–Hamás) y en Europa del Este (Rusia–Ucrania), además de la incertidumbre política en Estados Unidos ante la posibilidad de un nuevo shutdown del gobierno federal".

En la misma línea, Rodrigo Castillo, director general de BeFX, sostuvo que "el oro superó por primera vez la barrera psicológica de los US$4.000 por onza, impulsado por un batería de factores: la demanda de refugio frente a las tensiones geopolíticas, las expectativas de bajas de tasas en EE.UU., compras históricas de bancos centrales y una inflación que pareciera no ceder, y cada vez el dinero pierde más valor en el tiempo".

Felipe Sepúlveda, analista jefe de Admirals Latinoamérica, agregó que "el nuevo máximo histórico, fue impulsado por una combinación de factores globales: las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, la debilidad del dólar y el aumento de la incertidumbre geopolítica y política, especialmente en Europa y Medio Oriente".

Según los analistas, esta mayor aversión al riesgo ha fortalecido la demanda de activos tangibles, impulsando no sólo al oro, sino también a otros metales preciosos. Sin embargo, el oro se mantiene como el refugio más buscado, precisamente por su rol histórico en períodos de crisis prolongadas.

La Reserva Federal y la política monetaria: el otro gran impulso


Además del escenario geopolítico, el comportamiento del oro refleja las expectativas sobre la política monetaria estadounidense.

Con la Reserva Federal enfrentando señales de desaceleración y presiones para recortar tasas, el costo de oportunidad de mantener oro -un activo sin rendimiento- se reduce, aumentando su atractivo.

Montalbetti explicó que "a ello se suma la expectativa sobre las próximas decisiones de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), que podría optar por una postura más flexible ante señales de desaceleración económica".

En esa misma línea, Sepúlveda precisó que "cuando las tasas de interés bajan o se anticipa un entorno monetario más expansivo, el costo de oportunidad de mantener oro —un activo que no genera rendimiento— disminuye, lo que aumenta su atractivo como refugio de valor. Además, la reciente caída de los rendimientos reales en EE.UU. y la mayor demanda física desde Asia han reforzado la presión alcista".

Por su parte, Gonzalo Muñoz, analista de mercados de XTB Latam, apuntó a un contexto de expansión monetaria que también ha potenciado el repunte.

"El oro ha superado la barrera de los US$4.000 por onza, alcanzando un nuevo máximo histórico en medio de un entorno marcado por la expansión monetaria, la debilidad del dólar y la búsqueda global de activos de resguardo", sostuvo.

Este escenario ha llevado a los analistas a proyectar que la tendencia alcista podría prolongarse mientras la Fed mantenga una postura más flexible. Como sintetizó Montalbetti, "los analistas estiman que la tendencia alcista podría mantenerse en el corto plazo, mientras persistan los riesgos financieros y la política monetaria siga siendo laxa".

El papel de los bancos centrales y la demanda física


Otro factor determinante en el alza del oro es la compras sostenidas por parte de bancos centrales y el fuerte flujo hacia fondos respaldados en metal físico. Estas operaciones institucionales han reforzado la presión sobre los precios.

Muñoz explicó que "este repunte se ve reforzado por las expectativas de una política monetaria más flexible en Estados Unidos, las crecientes compras de oro por parte de bancos centrales y el flujo récord hacia fondos cotizados respaldados en metal físico".

Montalbetti coincidió en que este comportamiento ha sido clave en la consolidación del precio. "Asimismo, la fuerte demanda de refugio, la inflación persistente y las compras sostenidas de oro por parte de los bancos centrales han contribuido a consolidar su precio en niveles récord", afirmó.

Castillo complementó que este hito "refleja la búsqueda de seguridad de los inversionistas en medio de un escenario incierto". Y advirtió que, aunque podría haber correcciones en el corto plazo, la tendencia estructural "sigue siendo alcista y podría extenderse mientras se mantenga la incertidumbre global y la política monetaria más laxa".

Un fenómeno histórico con proyecciones inciertas


El salto del oro por sobre los US$4.000 marca una ruptura histórica en su comportamiento reciente. Según Sepúlveda Soto, "la última vez que el oro se acercó a este nivel fue en marzo de 2024, cuando alcanzó máximos en torno a US$2.450, por lo que este avance marca un salto histórico sin precedentes".

Sin embargo, algunos expertos advierten que podrían verse correcciones técnicas si cambian las condiciones actuales. "Si la Fed adopta un tono menos expansivo o los mercados de renta variable recuperan fuerza, podríamos ver una corrección parcial hacia el rango de US$3.800–3.900 por onza en las próximas semanas", advirtió el analista de Admirals.

Aun así, la mayoría coincide en que el soporte estructural del metal sigue siendo sólido. Muñoz sostuvo que "si bien los indicadores técnicos muestran una tendencia robusta, con señales de sobrecompra en el corto plazo, el soporte estructural para el oro se mantiene sólido".

El oro como termómetro de la confianza global


Más allá de los precios y las cifras, el oro vuelve a demostrar que su valor trasciende lo financiero. En un entorno de tensiones globales, expansión monetaria y pérdida de fe en las divisas tradicionales, el metal dorado se reafirma como el refugio por excelencia.

"En síntesis, el oro reafirma su papel como activo defensivo clave en tiempos de incertidumbre", concluyó Montalbetti. Mientras tanto, la perspectiva de una política monetaria más laxa y un escenario internacional enrarecido sugiere que el brillo del oro podría prolongarse más de lo esperado.

Como lo resume Sepúlveda: "El oro está reflejando una búsqueda global de protección ante la incertidumbre, y su comportamiento dependerá directamente de la velocidad de los recortes de tasas y la estabilidad del dólar en lo que resta del año".