El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que Chile deberá realizar "esfuerzos fiscales adicionales de alrededor del 1,5% del PIB" para alcanzar una situación fiscal equilibrada hacia 2028.
La entidad hizo este llamado en su informe "Regional Economic Outlook", donde también destacó que el país experimentará una mejora en sus cuentas públicas durante los próximos años.
Según el organismo, "se prevé que el déficit fiscal del Gobierno central se reduzca al 2,1% del PIB en 2025, lo que supone una notable consolidación, pero inferior a la prevista por las autoridades (1,5% del PIB), y la diferencia refleja la incertidumbre sobre la aplicación de medidas correctivas".
En esa línea, el FMI subrayó que el desafío de la política fiscal será mantener una trayectoria sostenible en medio de un contexto global marcado por tensiones económicas y comerciales.
En el plano macroeconómico, el FMI proyectó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile crecerá un 2,5% en 2025, impulsado por la recuperación de la inversión privada, el repunte del consumo y el dinamismo exportador.
"Se prevé que la economía chilena crezca un 2,5% en 2025, respaldada por el fuerte crecimiento continuo de las exportaciones y la recuperación del consumo y la inversión privados, antes de moderarse hasta un 2% en 2026 debido a las tensiones comerciales mundiales", señaló el reporte.
Respecto al comportamiento de los precios, el Fondo apuntó que "es probable que la inflación converja hacia el objetivo del 3% a principios de 2026, a medida que se disipen los efectos de las subidas de los precios de la electricidad".
Esta evolución permitiría al Banco Central continuar con un ciclo de política monetaria más estable, en línea con la normalización de la economía.
En su análisis regional, el FMI advirtió que América Latina y el Caribe enfrentarán un escenario desafiante, marcado por una elevada incertidumbre política global, las tensiones comerciales y la dependencia de factores externos como las remesas y los precios de los productos básicos.
"La economía mundial se enfrenta a cambios políticos significativos y a perturbaciones persistentes en un contexto de incertidumbre inusualmente elevada", explicó el organismo.
En ese sentido, señaló que "se prevé que muchas economías se desaceleren, aunque la recuperación de algunos países que se están recuperando de las recientes perturbaciones contribuiría a sostener el crecimiento regional en 2025".
El FMI anticipó que la región podría experimentar una ligera desaceleración en 2026, con riesgos inclinados a la baja debido a las posibles repercusiones de las políticas globales, las tensiones comerciales y los movimientos de capitales internacionales.
"El proceso de desinflación continúa, pero es probable que la convergencia hacia los objetivos lleve más tiempo de lo previsto inicialmente en algunos países", advirtió la entidad.