En muchas pequeñas y medianas empresas, el fundador se convierte en el motor del negocio. En la mayoría de los casos concentra todas las decisiones de la organización, desde la contratación de colaboradores, hasta inversiones y gastos de la compañía.
Especialistas explican que esta forma de operar responde a que el negocio suele nacer del esfuerzo personal de los fundadores. De ahí que se acostumbran a resolver todo y “sienten que soltar el control puede poner en riesgo lo construido”, dice María José Donatucci, gerente de BDO Pyme.
Sin embargo, esta visión de abarcar todas las áreas puede transformarse en un obstáculo para el crecimiento del negocio. Aprender a delegar y profesionalizar ciertas áreas es clave para que la empresa avance y, al mismo tiempo, el emprendedor pueda enfocarse en su rol estratégico.
“A medida que una empresa va creciendo, se hace mucho más difícil para el fundador tener el control de todo. Es necesario comenzar a soltar y delegar para evitar que el negocio se estanque o no de abasto con los clientes”, dice Matías Montero, administrador de empresas.
¿Cómo saber cuándo soltar y delegar?
Uno de los principales indicadores de que ha llegado el momento de dar ese paso, señala la María José Donatucci, es cuando el propio fundador comienza a sentirse sobrepasado. “También cuando las decisiones se demoran porque todo pasa por una sola persona, cuando los errores se repiten, los procesos no están claros o se pierde tiempo en tareas operativas que impiden mirar el negocio a largo plazo”, comenta.
Montero, en tanto, complementa que “un negocio con varios años operando, que tiene sus estructuras y procesos claros y que opera con naturalidad, está preparado para que diversifique a sus responsables”.
“La decisión de delegar no siempre es fácil para el fundador, pero si la organización cuenta con un orden establecido, se hace más fácil esta transición”, añade.
Dar espacio a otros no solo alivia la carga, sino que permite que la organización crezca con una estructura más sólida, detalla Donatucci. “El principal beneficio es la escalabilidad. Un equipo profesional permite que el negocio crezca sin depender 100% del fundador. A nivel personal, delegar reduce el estrés, mejora el equilibrio vida-trabajo y permite al fundador enfocarse en lo que realmente genera valor: la estrategia, la innovación y el relacionamiento con clientes clave”, destaca.
Recomendaciones para delegar de forma exitosa
Para construir un equipo de confianza, la recomendación es clara: elegir de forma correcta, definir roles y soltar con acompañamiento. “Primero, eligiendo bien: buscar personas con valores alineados al negocio. Segundo, entregando claridad: roles definidos, metas concretas y autonomía real. Y tercero, confiando de verdad: es un proceso, pero si se acompaña con seguimiento y comunicación constante, los resultados llegan”, sostiene Donatucci.
Aunque para muchos emprendedores soltar el control parece un riesgo, hacerlo de manera planificada puede transformarse en una oportunidad. “Delegar no es perder el control, es cambiar la forma de ejercerlo. En vez de controlar cada detalle, se gestiona por objetivos y resultados”, concluye la gerente de BDO Pyme.
