La Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile (ChileMeat) manifestó su "profunda preocupación" ante el paro que están llevando a cabo funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), movilización que se ha extendido por 15 días.
El gremio alertó que la negación de servicio por parte de los trabajadores del SAG mantiene paralizadas las plantas de faena bovina en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, donde se concentra el 50% de la producción nacional de carne. La situación, subrayó el gremio, ha generado un "colapso productivo".
"Cada día de paralización agrava el daño a la cadena productiva, al empleo rural y a la confianza en nuestro país. No puede prolongarse la negación de un servicio esencial del Estado ni la vulneración de los derechos de trabajadores, productores y consumidores que dependen de esta actividad", señalaron en un comunicado Nicanor Allende Vial, presidente, y Rafael Lecaros van der Goes, gerente general de ChileMeat.
Según el gremio, el impacto económico y social es "alarmante" y las pérdidas ya superan los $6.000 millones, mientras el Estado "no ha logrado reemplazar el servicio ni ofrecer una salida efectiva al conflicto".
ChileMeat detalló que la paralización está golpeando con fuerza a toda la cadena productiva del sector, señalando que cerca de 1.000 empleados han visto reducidos sus ingresos variables en hasta un 30% debido al cese de las faenas.
También señaló que la caída en las transacciones limita la rotación de animales y asfixia financieramente a los productores; los precios de venta han disminuido drásticamente, afectando especialmente a pequeños y medianos criadores del sur; las carnicerías y comercios locales enfrentan escasez de carne, impactando directamente a miles de familias; y no se ha cumplido con contratos internacionales, lo que pone en riesgo la imagen país y la confianza de los mercados externos.
Ante este escenario, ChileMeat hizo un llamado urgente a las autoridades para que intervengan de forma efectiva y restablezcan la continuidad de los servicios públicos esenciales vinculados a la inspección sanitaria y certificación de faenas.
Asimismo, instó a los funcionarios movilizados del SAG a “flexibilizar sus posiciones y retomar el diálogo”, priorizando el bienestar colectivo y la estabilidad del sector agropecuario.
