Exautoridades del segundo gobierno de Sebastián Piñera analizaron el duro revés que sufrió en el Congreso esta semana el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, en el marco de la tramitación de la Ley de Presupuesto 2026. Y es que la comisión mixta rechazó casi por completo el proyecto de erario fiscal.
En total fueron 28 las partidas que no lograron los votos necesarios, lo que supone cerca del 90% del presupuesto. Aquello deja en un complejo escenario al Ejecutivo, puesto que el proyecto no volvería a votarse hasta el 17 de noviembre, es decir, después de las elecciones.
Matías Acevedo, exjefe de la Dirección de Presupuestos durante el segundo gobierno de Piñera, señaló a Emol que el día miércoles "pasó lo que tenía que pasar".
"Un presupuesto con muchas dudas, en medio de una elección encendida y con un escenario de negociación que puede cambiar mucho después de la primera vuelta. La oposición debía rechazarlo y no era el momento para que el Ejecutivo se sentara a negociar", señaló.
En la misma línea, añadió que "después de la primera vuelta se inicia la negociación de verdad. El presupuesto se va aprobar, prácticamente sin cambios, de eso no tengo dudas. La razón, siempre ha sido una discusión muy desigual, y los cambios durante la tramitación han sido y serán siempre mínimos".
En relación a cómo queda el Gobierno, sostuvo que "el Ejecutivo siempre está en una situación de ventaja frente al Congreso, más allá de la tensión propia de la discusión, él quedo con la última palabra y ahora debe preparar la negociación para después de la primera vuelta".
Por otra parte, Alejandro Weber, decano de Economía, Negocios y Gobierno USS, y exsubsecretario de Hacienda durante el segundo gobierno de Piñera, expuso que "lo ocurrido no tiene precedentes y se debe a un cuestionamiento muy de fondo: la pérdida de confianza en la forma cómo la actual administración ha conducido la política fiscal. Las cifras no son creíbles y se repite la tónica sistemática de sobreestimar ingresos (principalmente en resto de contribuyentes) y subestimar los gastos".
"Más déficit, más gasto permanente y sin holguras para la próxima administración, sin crisis mediante, ese es triste legado fiscal de la actual administración", precisó.
Como ejemplo, dijo que "el déficit estructural el 2025 en el mejor escenario será -2,2% del PIB, el doble de la meta original. El crecimiento del gasto 2026 sobre la ejecución 2025 será cercana a 2,5%, no 1,7% como plantea el Gobierno. Pero si a eso sumamos el reajuste del sector público y otros estipendios, que inéditamente no se contemplaron esta vez, y la glosa republicana que se omitió, estamos hablando de un crecimiento cercano al 4%. Cuando una economía crece al 2%, eso no cuadra".
Por otro lado, expresó que "la deuda flotante, es decir, los compromisos asumidos en un año pero pagados en el siguiente, ha aumentado significativamente y llegó US$2.700 millones el 2024 (vs US$1.500 el 2022). En servicio de la deuda, estaremos usando más del 13% del presupuesto y los ahorros se han deteriorado, para maquillar un menor aumento de la deuda bruta, cuando la deuda neta aumentó en 7% del PIB en estos 4 años para llegar a 39% del PIB".
Finalmente, y en relación a Grau, indicó que "está en una posición incómoda". Sin embargo, la autoridad "llegó en los descuentos de un partido que ya estaba jugado. Los Gobiernos preparan los presupuestos con mucha anticipación. Habría que preguntarse qué decisiones tácticas tomó el ministro sobre cómo presentar el presupuesto, pero las cifras macro era muy difícil cambiarlas".
Así, sostuvo que "frente a este rechazo masivo del presupuesto, el ministro tiene una sola gran tarea: sincerar las cifras. A estas alturas da lo mismo que sean malas, pero se necesita conocer la verdad de la milanesa. Lo que no puede pasar es que llegue un nuevo gobierno y en su primer informe de finanzas públicas tenga que desmentir a la administración saliente. Eso no ha pasado antes y sería muy malo para Chile".
Cabe mencionar que el titular de Hacienda, por su parte, afirmó que lo ocurrido en el Congreso supone "un mal resultado para el país". Ahora bien, de todas maneras remarcó que "tenemos tiempo y disposición para lograr un acuerdo sólido". "Lo que pasó es grave, pero no definitivo", manifestó el secretario de Estado en un punto de prensa posterior a la votación.
