Una verdadera "guerra" se vive por estos días en el mundo del streaming, protagonizada por dos de las gigantes del sector. Es que Netflix y Paramount lideran una frenética carrera por quedarse con Warner Bros.
La disputa no ha estado exenta de polémicas: eventuales afrentas regulatorias, la posición de Hollywood e incluso el presidente de los EE.UU, Donald Trump con toda una trama política por detrás, son algunos de los factores que están influyendo en el proceso de compra. Estas son las claves.
Las ofertas
La semana pasada Netflix anunció -de manera sorpresiva- que había llegado a un acuerdo con Warner Bros para adquirir sus estudios y la plataforma de streaming HBO Max, con su catálogo de series y películas.
La firma fundada en 1997 valoró a Warner Bros en US$83.000 millones, incluida la deuda. De la suma total, una parte se pagaría en efectivo y otra en acciones.
Pero a Netflix no tardó en salirle competencia. Paramount salió al paso con una oferta mayor: de US$108.400 millones. Si bien la suma en dinero es más alta, la empresa liderada por el multimillonario David Ellison busca comprar todo el conglomerado, incluyendo los canales de televisión, como CNN.
La oferta de Netflix no consideró a estos últimos.
"La oferta de Paramount por la totalidad de WBD proporciona a los accionistas US$18.000 millones más en efectivo que la contraprestación de Netflix", indicó el lunes Paramount a través de un comunicado.
Los riesgos regulatorios
Hay quienes ya advierten acerca de riesgos de monopolio, concentración de medios y control del mercado del entretenimiento.
Es que si Netflix adquiere Warner Bros se sumaría el enorme catálogo y la base de suscriptores de esta firma a los ya más de 300 millones de suscriptores actuales de Netflix. Eso -según algunos análisis- podría llevar a que la "nueva entidad" concentre entre un 35% y 40% del mercado global de streaming.
Este tipo de concentración genera lo que se llama riesgo antimonopolio "horizontal" -porque se reducen competidores- y "vertical" — porque la empresa controlaría tanto contenido (estudios, catálogos) como su distribución (plataforma).
No bastaría, además, con la aprobación en EE.UU.: la operación también podría ser examinada en Europa u otras regiones, lo que suma complejidad.
Lo más probable, en todo caso, es que ambas empresas se vean sometidas a rigurosas revisiones por parte de los reguladores, en caso de lograr quedarse con Warner Bros.
Paramount, de todos modos, ha argumentado que su transacción tiene más probabilidades de ser aprobada que la de Netflix, considerando que esta tiene una cuota mayor del mercado en el streaming.
Trump y la trama política
Paramount llevaba meses persiguiendo el objetivo de quedarse con Warner Bros. Llegó incluso a hacer seis ofertas, que fueron desestimadas. Luego de ello, ejecutivos de Paramount apuntaron que Warner no "se involucró" con ninguna de sus propuestas.
Y señalaron que el proceso estaba viciado y favorecía, desde un principio, a Netflix.
Pero eso no es todo: Paramount Skydance está liderada por David Ellison -hijo del multimillonario Larry Ellison- y su oferta hostil por WBD dice estar apoyada por inversores vinculados a figuras cercanas al gobierno de Donald J. Trump.
Entre esos inversores aparecen firmas como la del exyerno de Trump, Jared Kushner, lo que relaciona directamente el intento de compra con círculos cercanos al poder, según reporta la cadena CBS.
Además, la operación implicaría controlar canales de noticias influyentes -como CNN y CBS News- lo que puede dar a sus dueños capacidad de influir en la narrativa mediática.
Es por esto que en EE.UU. ya hay una serie de voces señalando que es el propio Trump quien está detrás del intento de Paramount de quedarse con Warner.
Legisladores como Elizabeth Warren han advertido que la operación representa un "fuego antimonopolio de cinco alarmas" y alertan de la posible mezcla de medios, capital extranjero y redes políticas.
El mismo Trump cuestionó la posible adquisición de Warner por parte de Netflix. Señaló que "podría ser un problema" por la "gran porción del mercado" que tiene.
Netflix, cabe destacar, ha estado siempre en la mira de los seguidores de Trump, quienes han apuntado a su supuesta agenda progresista.
"Alerta" en Hollywood
El anuncio de Netflix no cayó bien en varios gremios de la industria cinematográfica en EE.UU.
Muchos actores, gremios, directores, productores y salas de cine han manifestado preocupación — y en algunos casos rechazo — ante lo que podría significar una concentración sin precedentes en la industria.
SAG-AFTRA -sindicato de actores- declaró que la operación "plantea muchas preguntas serias sobre el futuro de la industria del entretenimiento, y especialmente sobre el talento creativo humano cuya carrera depende de ella".
También el sindicato de directores (Directors Guild of America, DGA) expresó su inquietud, pidiendo una revisión cuidadosa del acuerdo y manifestando temor por la pérdida de pluralidad creativa y oportunidades para talento nuevo o de nicho.
En tanto, operadores de cine advirtieron que un gigante streaming-estudios podría acelerar la tendencia a estrenos directos en streaming, reduciendo la ventana de salas.
El medio especializado The Hollywood Reporter publicó que muchos en Hollywood ven la operación como un "megadeal" que "podría reconfigurar la industria", pero también que genera "alarma".
