La Fundación Cielos de Chile volvió a entrar al debate por el polémico proyecto de hidrógeno verde INNA de AES Andes, que contempla una inversión de US$10 mil millones en la comuna de Taltal, en Antofagasta y que ha recibido críticas desde la comunidad científica por su ubicación.
Es que la iniciativa pretende instalarse a pocos kilómetros del Observatorio Paranal, uno de los centros astronómicos más importantes del mundo, lo que -según la comunidad científica- contaminaría luminicamente los cielos nocturnos, algo que la firma ha negado.
La discusión volvió a abrirse tras el último debate presidencial, instancia en la que Jeannette Jara -quien luego rectificó- señaló que se inclinaría por apoyar el proyecto de llegar a La Moneda, mientras que José Antonio Kast manifestó su oposición.
Daniela González, directora ejecutiva de Cielos de Chile, fue enfática al ser consultada por Emol acerca del proyecto: "No es posible mitigar el impacto de INNA y la única manera de mitigar su efecto es reubicar".
La geógrafa detalló que estimaciones de la ESO "muestran que INNA podría aumentar en más de un 200% el brillo artificial del cielo en el observatorio CTAO y en más de un 170% en Paranal, destruyendo un patrimonio científico y natural único en el mundo".
"Además -añadió- las vibraciones producidas por los aerogeneradores, la turbulencia atmosférica y el polvo producido por la construcción también afectarían las observaciones de los telescopios cercanos".
"Los cielos oscuros del norte de Chile son únicos a nivel mundial, pero no es el único factor que han tenido en cuenta los observatorios internacionales al decidir invertir en Chile. Desde los 60, el país ha asumido un compromiso de largo plazo con el desarrollo de la astronomía en el país y eso es algo que debemos respetar", añadió.
Y complementó señalando que un "territorio como el de Paranal exige una mirada a futuro capaz de compatibilizar el desarrollo económico con la protección de un patrimonio natural y socioambiental que es único en el mundo".
Concluyó indicando que "para lograrlo se requiere fortalecimiento normativo: marcos claros, metodologías transparentes y parámetros basados en evidencia científica que den certezas a las comunidades, a la industria y al país, y que aseguren que cualquier proyecto sea realmente compatible con la vocación astronómica del territorio".