La reconocida "Tía Rica" -o Dirección General de Crédito Prendario (Dicrep), como se llama formalmente- está en la mira de la Contraloría General de la República (CGR). Es que, según una auditoría de la institución que lidera Dorothy Pérez, efectuó un débil control respecto de sus operaciones.
En específico, la "Tía Rica" permitió que 1.681 personas con antecedentes penales empeñaran bienes, por más de $1.500 millones, sin que se verificara la procedencia de las especies.
Según la auditoría, existen personas que recurrieron al servicio hasta 230 veces en un año. La CGR cree que, debido a ausencia de procedimientos para verificar datos personales, delincuentes podrían haber empeñado especies robadas y recibido dinero.
La "Tía Rica" es una institución ampliamente reconocida, dependiente del Ministerio del Trabajo y asociada a los apuros económicos y remates. Pero, ¿desde cuándo existe? ¿Cúal es su objetivo?
El objetivo y la historia de la "Tía Rica"
La "Tía Rica" cumple una función silenciosa pero persistente: prestar dinero rápido a quienes no tienen acceso al sistema financiero tradicional. ¿A cambio de qué? De bienes que se dejan en garantía, que se recuperan si se paga el crédito a tiempo.
¿Cuándo y cómo nació? La "Tía Rica" fue fundada el 14 de febrero de 1920, bajo el mandato del presidente Juan Luis Sanfuentes. Por esos años la clase media se expandía, y los préstamos informales se volvieron cada vez más comunes.
Es que, tal como hoy, las instituciones bancarias exigían requisitos estrictos para los préstamos; que la clase media y obrera de la época no lograba cumplir.
Es por eso que se dio vida a la "Tía Rica", pero entonces con el nombre de Caja de Crédito Popular y Prendario. La idea era combatir la usura y ofrecer una alternativa estatal a los prestamistas privados que operaban con altos intereses, especialmente en sectores populares urbanos.
Durante gran parte del siglo XX, la "Tía Rica" fue parte del entramado del Estado social chileno, especialmente en los períodos de expansión de lo público entre las décadas de 1930 y 1970.
En los 50 tuvo una primera modificación importante: la función de "ahorro" por el Banco Estado y el nombre cambió a "Dirección General del Crédito Prendario", como se llama hoy.
De los 70 en adelante el Estado se retiró de los créditos, que la banca privada y casas comerciales comenzaron a ampliar a más personas. Con ello, la "Tía Rica" quedó relegada a un rol secundario en el sistema económico.
Desde los 90, así, comenzó a ser vista como un "último recurso", utilizado principalmente por personas sin acceso al crédito formal, adultos mayores o familias en situaciones de urgencia.
Hoy, además de otorgar créditos prendarios, la Dicrep cumple funciones como el remate de bienes no reclamados o incautados y actúa como órgano auxiliar en procesos judiciales y fiscales.
Depende del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y mantiene sucursales en distintas regiones del país.
El director de la "Tía Rica"
A la cabeza de la "Tía Rica" está Cristóbal Sepúlveda Miranda, quien asumió en agosto de 2024, tras el correspondiente concurso por Alta Dirección Pública.
Sepúlveda es ingeniero comercial con mención en Administración de Empresas de la Universidad Alberto Hurtado. Cuenta además con un magíster en Administración de Empresas y un diplomado en Derecho, Salud e Innovación Farmacéutica de la UNAM.
Previo a su nombramiento como Director General del servicio, desarrolló su carrera principalmente en el sector público.
En específico, trabajó en instituciones como el Servicio de Salud Metropolitano Sur, la Central Nacional de Abastecimiento de Salud (Cenabast), y la Subsecretaría de Prevención del Delito.