Una dura crítica al proyecto de modernización de la Fundición Hernán Videla Lira, en Paipote, realizó el exvicepresidente de Enami Enrique Valdivieso Valdés.
A través de una carta enviada a El Mercurio, cuestionó tanto el costo del proyecto, estimado en más de US$ 1.700 millones, como la viabilidad financiera y comercial de la iniciativa.
La crítica surgió luego de que el actual vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, señalara que el proyecto no requeriría una garantía explícita del Estado, afirmación que Valdivieso puso en duda.
A su juicio, la estatal "no cuenta hoy con los ratios necesarios para adquirir una deuda de estas características, ni tampoco con los concentrados para embarcarse en una inversión de esta magnitud".
El exdirectivo recordó que en 2021, cuando el Presidente Gabriel Boric aún era mandatario electo, desistió de la venta de activos prescindibles de Enami tras recibir críticas desde el entonces gobierno entrante.
Sin embargo, recalcó que posteriormente esas mismas autoridades optaron por "vender el activo imprescindible más valioso que tenía Enami (Quebrada Blanca), a un valor muy por debajo de su valor real, y cerraron la FHVL por no poder operarla".
"¿Quién entiende la destrucción de valor de estos cuatro años?", planteó Valdivieso en la carta, donde también cuestionó la falta de claridad sobre el costo final del proyecto y su rentabilidad. "Dicen que 'más de US$ 1.700 millones'. Me pregunto, ¿cuánto más? ¿Existen contratos para abastecer a esta fundición de concentrado para fundir? ¿Se puede proceder sin garantía explícita del Estado?", añadió.
De esta forma, acusó un "amarre financiero" en la recta final del actual gobierno, sin respetar —a su juicio— a las futuras autoridades.
Por ello, hizo un llamado a banqueros, parlamentarios y autoridades a frenar "los amarres de última hora y dejemos que las futuras autoridades puedan gobernar y enmendar los errores del pasado, como lo están pidiendo y exigiendo la gran mayoría de los chilenos".
Enami anunció ayer que encargó a los bancos estadounidenses J.P. Morgan y Citi actuar como agentes estructuradores del financiamiento de la iniciativa.