a burocracia sigue siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas en Chile. Permisos, autorizaciones y exigencias administrativas no solo retrasan el inicio de operaciones, sino que también impactan directamente en la productividad y competitividad.
En las pymes este tema genera aún más complicaciones ya que, en comparación con compañías de mayor tamaño, las pequeñas y medianas empresas no cuentan con equipos especializados para enfrentar estos procesos.
Así lo advierte Patricio Gana, director ejecutivo de AK Contadores, quien identifica una serie de trámites críticos que hoy concentran buena parte del tiempo y los recursos de los emprendedores.
“Los trámites que más tiempo y recursos consumen hoy a una pyme están principalmente en la obtención de permisos y patentes municipales, las autorizaciones sanitarias de la SEREMI de Salud cuando corresponde y, de manera especialmente crítica, el inicio de actividades ante el SII”, dice.
En este último punto, añade, “vemos con frecuencia que empresas que buscan formalizarse y cumplir con sus obligaciones tributarias enfrentan solicitudes de documentación poco claras o derechamente innecesarias, lo que termina retrasando por semanas o incluso meses un proceso que debiera resolverse en pocos días”.
Trámites esenciales para la creación y operación de una pyme
Más allá de las particularidades de cada rubro, existen gestiones básicas que toda pyme debe considerar para poder operar formalmente:
Constitución de la empresa.
Inicio de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos.
Obtención de patente municipal.
Permisos sanitarios de la SEREMI de Salud, cuando la actividad lo exige.
Inscripción en organismos previsionales y laborales.
Apertura de cuenta bancaria empresarial.
Cumplimiento contable y tributario periódico.
Si bien estos trámites buscan asegurar estándares mínimos de operación, su aplicación genera una carga pesada para las empresas de menor tamaño, afirman los expertos.
{SIB Un impacto desigual en productividad y competitividad}
Según Gana, el problema no es solo la cantidad de exigencias, sino su efecto diferenciado según el tamaño de la empresa.
“La burocracia genera un costo regulatorio desproporcionado para las pymes, ya que las exigencias suelen ser muy similares para empresas de distinto tamaño, pero el impacto es completamente distinto. En una pyme, el propio dueño debe destinar tiempo valioso a resolver trámites y exigencias administrativas, alejándose del foco de generar ventas y hacer crecer el negocio, mientras que las empresas grandes cuentan con equipos y asesores especializados que gestionan estos procesos de manera más eficiente”, comenta Gana.
Este escenario, agrega, provoca retrasos en la entrada en operación, pérdida de oportunidades comerciales y un impacto financiero directo.
“Esto provoca pérdida de productividad, barreras de entrada por retrasos innecesarios y un efecto financiero negativo, ya que más tiempo fuera de operación implica menos inversión, menor crecimiento y menor competitividad”.
Errores frecuentes y desafíos de gestión interna
Desde la experiencia contable y tributaria, uno de los principales problemas es la falta de planificación.
“Uno de los errores más comunes es subestimar la complejidad y los plazos de los procesos burocráticos, abordándolos de forma reactiva y sin planificación. Muchas pymes intentan resolver estos temas sin apoyo especializado y con documentación incompleta o desordenada, lo que genera observaciones, rechazos y mayores demoras”, declara Gana.
En ese sentido, el orden interno y la anticipación aparecen como factores clave para reducir el impacto de la burocracia.
Planificación y apoyo especializado
Finalmente, el experto subraya que enfrentar estos procesos de manera estratégica puede marcar la diferencia entre estancamiento y crecimiento.
“El principal consejo es no enfrentar la burocracia en solitario ni cuando ya se ha transformado en un problema. Es fundamental planificar estos procesos con anticipación, iniciar los trámites lo antes posible y contar con asesoría adecuada para evitar errores y retrasos innecesarios. De esta forma, el empresario puede reducir el tiempo dedicado a temas administrativos, mantener el foco en su negocio y mejorar sus reales posibilidades de crecimiento y sostenibilidad”, sentencia.
