SANTIAGO.- En el Festival de Cannes de 2002,
Michael Moore (Michigan, 1954) estrenó el documental
"Bowling for Columbine". La cinta partía con un violento hecho ocurrido en 1999 en el Estado de Colorado, cuando en una escuela secundaria, dos alumnos de último año asesinaron a 12 estudiantes y a un maestro, con una pistola que habían comprado ellos mismos. A raíz de este episodio, Moore exploraba cuales eran las causas de la "Masacre de Columbine", reflexionando en torno a la naturalización de la violencia en EE.UU. y a las políticas sobre posesión de armas. La cinta ganó el Oscar a Mejor Documental.
En aquel entonces, los tiroteos eran hechos aislados. Hoy, cosa de todos los días en Estados Unidos; según reporta la
Fundación Gun Violence, contra la violencia armada, hasta el momento van 273 disparos masivos en lo que va de 2017, en 277 días que han pasado del año. El más reciente fue el
tiroteo en Las Vegas, durante un festival de música country.
A raíz del hecho, Moore publicó una columna sobre la tenencia de armas en Variety: "Hace quince años esta semana, "Bowling for Columbine" se estrenó en los cines. En ese momento, nunca había habido un evento como Columbine. Aquellos que trabajamos en la película pensamos que debíamos hacerlo debido al fenómeno de armas que terminan en manos de las personas equivocadas [...] Teníamos miedo de que se convirtiera en algo normal y queríamos advertir a la gente que tal vez nuestro país había tomado un giro".
En la columna, el cineasta hace una evaluación del impacto que tuvo la película,
"¿de qué sirve ahora, hablar de una película de hace 15 años que obviamente no logró convencer a suficientes personas de que teníamos un gran problema entre manos? No se hizo nada al respecto. Y los disparos se hicieron más y más comunes".
Además, sugirió que el tiroteo en Las Vegas no era un hecho asilado: "Este triste y trágico acontecimiento en Las Vegas tiene lugar en el contexto de un país que ha permitido que 300 millones de armas estén en los hogares de las personas [...] cuyo presidente es lento en criticar a quienes son violentos en Charlottesville, Virginia, y que defiende a la policía que dispara a ciudadanos negros desarmados. Este es un país tan lleno de violencia, y la violencia no siempre sale del cañón de un arma".
Por último, sugirió que la manera en que las historias se narraban en la prensa también perjudicaban a la solución del problema. "Si quien dispara es un musulmán, eso probablemente esté en el titular. [...] si un contador mata a decenas de personas, nadie se irá a la cama temiéndole a los contadores, a través de las historias se propagan los temores en la gente".