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Crítica de cine | "Babygirl", un thriller erótico que apuesta por el atrevimiento

La cinta protagonizada por Nicole Kidman se estrenó este jueves en salas nacionales, ofreciendo una historia que enmarca el deseo de una manera intensa, pero muy interesante.

18 de Enero de 2025 | 07:38 | Por Agustín Pérez Achurra
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Nicole Kidman y Harris Dickinson protagonizan "Babygirl".

Diamond Films
La filmografía de Nicole Kidman es un asunto serio. Desde 1988, la ganadora del Oscar a Mejor actriz ha participado en al menos un estreno cinematográfico por año, y parece que este ritmo incansable no tiene intención de detenerse. Hoy, a sus 57 años, demuestra que su sensualidad, como su talento como actriz, siguen más vigentes que nunca.

En su nueva película, "Babygirl", Kidman interpreta a Romy, una poderosa CEO de una compañía de tecnología en Nueva York. Esta misma pone su vida familiar y su carrera profesional en riesgo al conocer a un practicante con quien podrá destapar su deseo sexual.

"Babygirl" se atreve a mostrar las implicancias de quienes confinan una profunda insatisfacción con una mirada fresca y sin caer en lo vulgar. Es una película que hipnotiza con la sensualidad de sus actuaciones y que brilla con una muy buena dirección, aunque, irónicamente, uno pueda quedar insatisfecho con la conclusión de esta historia. En esta nota dejo los puntos más destacables de la nueva cinta de Nicole Kidman.

El deseo en pantalla


Uno de los grandes méritos que tiene esta película es su interpretación cinemática de la represión y posterior liberación de las necesidades físicas de la protagonista. Este es un thriller que tiene erotismo, pero que no necesariamente se apoya en lo explícito, sino que en el impacto que tiene esto en la persona.

La química entre la ya mencionada Nicole Kidman y Harris Dickinson (quien interpreta a Samuel, el practicante en cuestión) es palpable. No obstante, la historia busca intencionalmente que esa tensión conduzca a discusión y conflicto, acrecentando este deseo implícito. Así, los momentos donde los personajes tienen intimidad se vuelven intensos y electrizantes.

Esto es un claro mérito de su directora Halina Reijn, quien supo cómo transmitir este efecto con los elementos que el cine otorga. Desde los encuadres diseñados para mostrar vulnerabilidad, especialmente en Kidman, hasta la forma en que los sonidos de placer sobresalen encima de la banda sonora, cada elemento va mostrando que la satisfacción sexual de la protagonista es algo que la libera de un peso que lleva acarreando.

Estas técnicas permiten que el espectador comprenda que el componente sexual en "Babygirl" trasciende lo físico, llevándose a aspectos emocionales y psicológicos. Esto separa a la película de otras propuestas más superficiales en el género, como "50 Sombras de Grey", ofreciendo una experiencia con más matices.


Nicole Kidma en una escena de "Babygirl". Crédito: Diamond Films.

Nicole Kidman

Uno de los mejores roles de su carrera. Aunque Nicole Kidman ya ha sido nominada en cinco ocasiones a los premios de la Academia, su interpretación de Romy Mathis en "Babygirl" destaca como uno de los papeles más desafiantes y completos de su filmografía, combinando un intenso trabajo físico y emocional.

Las escenas eróticas demandan un equilibrio entre el atrevimiento y vulnerabilidad por parte de la actriz, quien otorga con mucha confianza ambas sensaciones, mostrando que su experiencia la ha llevado a madurar en una artista multifacética. A su vez, ella comparte escena con un actor (Harris Dickinson) que complementa de forma espectacular la actuación de Kidman, con un personaje que emite una presencia fuerte y alusiva.

En contraste, la versión reprimida de Romy, que prioriza una vida familiar aparentemente perfecta por encima de sus deseos personales, también permite a Kidman brillar con un trabajo de contención excepcional. En este aspecto, comparte pantalla con un notable Antonio Banderas, quien aporta equilibrio y peso dramático a la historia.

Dicho eso, la mejor parte de su actuación se revela cuando estos dos polos de su personaje (reprimido y liberado) intersectan afectando su vida personal y las grietas de Romy se muestran. Es un trabajo magistral que demuestra por qué ha hecho tanto ruido en esta temporada de premios.

Atrevido, excepto en un ámbito


Como ya establecimos, "Babygirl" tiene mucho a su favor. Sin embargo, la audiencia se podría sorprender por lo simple que es la historia en general, a pesar de lo complicada que son sus relaciones. Si bien su final invita a la reflexión, resulta extraño que todo sea tan limpio, especialmente después de mostrar a una persona tan complicada. Desde un punto de vista narrativo, se le puede acusar de buscar el camino fácil para terminar la historia, pero, aunque esto pueda ser cierto, por lo menos concluye el arco que su protagonista necesitaba traspasar para crecer como persona.

De todas formas, "Babygirl" es un sólido thriller erótico comandado por una gran Nicole Kidman que, por más que se le dude, sigue vigente. Y aunque esta película tenga una fuerte inyección de erotismo (es para mayores de 18 años) es una fácil recomendación para quienes busquen un panorama para este fin de semana.

Nota: 3.8/5.0

"Babygirl" ya se encuentra disponible, solo en cines.

Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (https://www.instagram.com/hobby.space/)