El candidato conservador, François Fillon, sostuvo que no tiene nada que esconder.
Reuters
SANTIAGO.- El candidato conservador a la Presidencia de Francia, François Fillon, se refirió este lunes a las acusaciones contra su esposa, Penelope Fillon, que indican que ésta habría recibido una millonaria suma por un trabajó que no realizó.
Fillon reconoció que su esposa trabajó como su asistente parlamentaria, pero afirmó que, como tal, realizó un gran número de tareas y estuvo remunerada "a la altura de su trabajo", subrayando que "no tengo nada que esconder".
Fillon también admitió que haber contratado a su esposa e hijos como asistentes parlamentarios fue "un error" desde el punto de vista ético, porque los franceses "ya no aceptan" ese tipo de prácticas.
"El primer paso en política es reconocer los errores: colaborar con la familia en política ya no es algo aceptable para los franceses (...) Fue un error, lo siento profundamente y presento mis excusas a los franceses", expresó el candidato conservador en la sede de su campaña en París.
El dirigente lleva dos semanas envuelto en un escándalo a raíz del empleo que dio a su esposa, Penelope, en el Parlamento durante años. La señora Fillon habría ganado más de 860 mil dólares (unos $500 millones) en un periodo de 15 años.
Dar trabajo a familiares no está prohibido en Francia, pero existe la sospecha de que el de la mujer de Fillon era ficticio, es decir, que cobraba sin realizar actividad alguna.
Los medios franceses especularon sobre un "Plan B" en caso de que Fillon, quien se impuso en las primarias de los conservadores, dejara de lado su candidatura.
Incluso políticos cercanos al candidato pensaron en su posible sustitución y el nombre de Juppé surgió una y otra vez. El alcalde de Burdeos, que perdió las primarias ante Fillon, ha dicho varias veces que no es un sustituto.