SANTIAGO.- Sorpresa causó tanto en Chile como en Bolivia el anuncio hecho este viernes por el Presidente altiplánico
Evo Morales, de que su país presentó
una contrademanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el marco del litigio por las aguas del río Silala. Algo que no se veía venir, considerando las palabras del propio Mandatario hace poco más de dos meses atrás.
Para entender esto no hay que remontarse muy atrás. Sólo basta revisar los archivos noticiosos del 17 de junio de 2018, día en que el jefe de Estado boliviano se reunió en La Haya con el equipo jurídico que lleva el caso ante la CIJ.
"Inicialmente se ha pensado en la contrademanda, pero
por recomendaciones jurídicas de carácter internacional se ha descartado", puntualizó el Mandatario.
La medida había sido ampliamente estudiada por entonces en el Palacio Quemado (la sede de Gobierno de ese momento), donde el Ejecutivo buscaba contrarrestar la acción de Chile, que dos años antes había demandado a La Paz pidiendo a la Corte que declare al Silala como un río de aguas internacionales. La conclusión tras las reuniones en La Haya, al menos públicamente, fue sólo seguir con la contramemoria, cuyo plazo de presentación había sido ampliado hasta el 3 de septiembre.
"Al margen de las demandas, qué bueno sería buscar soluciones de carácter diplomático. Nosotros tratamos porque el agua es un derecho humano. Agua es vida, y si nos entendemos desde ese punto de vista, debería de haber acuerdos", agregó Morales.
La decisión incluso generó reacciones desde La Moneda. El Presidente Sebastián Piñera señaló así que esto sólo "ratificó la posición chilena: el río Silala es un río internacional".
Por su parte, el canciller boliviano,
Fernando Huanacuni, justificó el actuar de su país: "En su momento
guardamos un silencio prudente por nuestra estrategia y hoy se demuestra que es sólida y coherente, con un compromiso con el pueblo boliviano", declaró a Radio Panamericana.
"En los plazos y protocolos, una vez que Chile presentó su demanda, lo que corresponde es que la otra parte presentara su contramemoria, el plazo era hasta el 3 de septiembre. Lo hemos hecho porque ya estaba lista, pero además hemos adjuntado nuestra contrademanda y ahora Chile tiene que responder", agregó.
Ahora, esta nueva medida tomada por Bolivia le permitirá presentarse como parte acusadora en el diferendo del Silala, como ya es en el juicio que exige sentarse a negociar una salida soberana al Océano Pacífico.
