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De la pena de muerte a un acuerdo para recuperar su libertad: Los hitos del juicio de los chilenos en Malasia

Anoche llegó a su fin el juicio contra Felipe Osiadacz y Fernando Candia, dos amigos cuyas vidas se han transformado en un calvario, el que empieza a llegar a su fin tras un largo proceso judicial. Aquí, repasa los principales hechos de este caso.

15 de Noviembre de 2018 | 08:02 | Redactado por Leonardo Núñez, Emol
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Fernando Candia y Felipe Osiadacz.

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SANTIAGO.- Felipe Osiadacz (27) y Fernando Candia (30), dos chilenos que se hicieron amigos recorriendo el mundo, no podrán olvidar el 4 de agosto de 2017.

A las 4:00 horas de la madrugada, mientras ingresaban al hostal Star Town Inn, en Kuala Lumpur (Malasia), se vieron envueltos en un incidente que transformó sus vidas en un calvario.

Calvario que recién anoche, después de 15 meses presos, parece llegar a su fin. Esto porque tras llegar a un acuerdo judicial con la fiscalía de Kuala Lumpur, en el mejor escenario, podrán recuperar su libertad en un mes e iniciar el retorno a Chile.

Hace un año el escenario era completamente distinto. Porque en vez de volver a respirar fuera de un calabozo, enfrentaban la posibilidad de morir en la horca, la máxima pena que contempla el sistema penal del país asiático por un cargo de homicidio.

Sorpresa en Chile y parte el juicio

El caso recién se hizo conocido en Chile en mayo de este año, cuando se supo que Osiadacz y Candia estaban en medio de un proceso judicial por haber dado muerte a un ciudadano malasio, según la acusación de la fiscalía. Su juicio, en tanto, tras múltiples postergaciones, partió el 2 de agosto, momento en que se pudieron conocer los detalles del caso.

Así, en las primeras audiencias, se supo que la escena del deceso fue presenciada por la recepcionista del hostal donde se alojaban los connacionales. Ésta relato en el juicio que antes de fallecer el hombre, un travesti que ejercía la prostitución, entró al recinto increpando a gritos a Candia, exigiéndole dinero.

"El malasio insistió en su petición y dado que ambos chilenos se negaron, comenzó a agredirlos. Nuestros hijos no respondieron a estas agresiones y pidieron al recepcionista del lugar, en varias oportunidades, que llamara a la policía", señaló por su parte la familia de los detenidos mediante un comunicado.

Esto último fue confirmado por la testigo, quien declaró haberles dicho que solucionaran sus problemas fuera del establecimiento.

Parte el drama

Esta hecho sería clave, ya que la discusión pasó a la violencia, cuando el malasio los arañó y pateó. En la pelea se quebró un espejo y, para evitar que este usara un trozo de vidrio como arma, Candia y Osiadacz lo inmovilizaron. En ese momento el trabajador sexual empieza a agonizar.

Según un policía que acudió al lugar, según confirmó él mismo, constató los signos vitales del malasio un cuarto de hora después: murió por falta de oxígeno. De acuerdo a la familia, el examen forense arrojó que este "se encontraba bajo la influencia de diversos estupefacientes", y que los jóvenes no tenían "ninguna intención de causarle daño, pues todo lo sucedido fue en defensa propia".

La situación, fue clave para la defensa de los chilenos que buscó sustentar la tesis de que se trataría de un "homicidio negligente", lo cual los liberaría de la pena de muerte.

Por su parte, uno de los abogados de las familias, Jorge Bofill, afirmó que "el hostal está a menos de diez minutos del centro de la ciudad, en un barrio donde hay bastante prostitución y en el cual, según testimonios locales, no es raro que los pasajeros de hostales cercanos sean acosados por prostitutas que le piden dinero".

Paralelamente, sus padres pedían a Cancillería mayor apoyo gubernamental en el proceso. Incluso gestionaron una reunión con el Presidente Sebastián Piñera. Por su parte, el ex Presidente Eduardo Frei, los recibió en su calidad de embajador en misión especial para el Asia-Pacífico.

La preocupación de sus familiares aumentó cuando el gobierno malasio impulsó una vacunación masiva contra la malaria, fiebre amarilla y hepatitis para los internos del penal, en la cual no se consideró a los chilenos por ser extranjeros.

Cancillería envió un oficio al Consulado de Chile en el país para gestionar las inmunizaciones. Según confirmaron a Emol, todas las vacunas solicitadas fueron suministradas, y desde el Consulado de Chile en Malasia se comenzó a visitar a los jóvenes dos veces por semana.

El juicio, en tanto, durante septiembre, comenzó a girar a favor de los chilenos, cuando las negociaciones entre la defensa y la fiscalía, empezaron a allanarse hacia una calificación menor del delito. El fiscal malasio les propuso que se declaran culpables a cambio de 30 años de cárcel, para así evitar la pena de muerte.

A lo que la defensa, las abogadas Saraswathy Devi y Venkateswari Alagendra, se negaron, ya que ambas insistieron en la inocencia de Felipe y Fernando.

Anoche, sin embargo, se llegó a un acuerdo mucho "más favorable". No sin un drama adicional. Los familiares del hombre fallecido aparecieron por primera vez en los medios para pedir la pena de muerte a los chilenos.

Sin embargo, el acuerdo ya era un hecho. Y se dio a conocer en la madrugada de Chile. Felipe Osiadacz y Fernando Candia aceptaron declararse culpables del delito de homicidio culposo, recibiendo una pena de 24 meses, a la que le restarán los 15 que ya estuvieron recluidos.

De esta forma, los chilenos debieran pasar como máximo nueve meses más en prisión. Sin embargo, en caso de mantener una buena conducta, podrían reducir su pena a un tercio, por lo que quedarían en libertad en un mes. Tras conocer la sentencia, los jóvenes y sus familiares presentes en la sala no pudieron contener las lágrimas. El fin del calvario, al parecer, ahora sí, está cerca.
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