SANTIAGO.- Pocos conocían a Juan Guaidó antes de esta semana. Previo a su proclamación como presidente encargado de Venezuela, en su historial constaba que era el líder más joven que ha tenido la Asamblea Nacional, el representante del Poder Legislativo en el país caribeño.
A pesar de la suspensión del Parlamento, promovida por el Presidente
Nicolás Maduro, el 5 de enero de este año la instancia eligió al legislador de 35 años como su nuevo líder, iniciando así la nueva arremetida de la oposición en contra del gobernante.
Pero fue el 23 de enero cuando Guaidó causó revuelo internacional luego de su decisión de confrontar el poder que ejerce el Mandatario, haciendo valer, a su juicio, lo que dicta el artículo 233 de la Constitución. Por esto mismo, se basó en la Carta Magna y juró de forma interina en el máximo cargo, por el "vacío de poder" en que, asegura, se encuentra Venezuela.
De su detención al apoyo internacional
Días antes de que Guaidó se proclamara como el encargado presidencial, fue detenido por miembros de fuerzas especiales, que no habrían actuado bajo las órdenes de Maduro. Esto luego de que Guaidó amenazara con llenar el "vacío de poder" que se presentaba en la presidencia. Algo que posteriormente hizo.
Pero fue hace exactamente una semana que todo cambió. En medio de las manifestaciones convocadas por la oposición y el oficialismo el miércoles pasado, en la que miles de venezolanos salieron a las calles para expresar su apoyo y/o rechazo al Gobierno de Maduro, el líder de la AN juró como presidente encargado de su país.
"Lo que hicimos ese día es abrazar la Constitución, asumir la competencia (...) para el cese de la usurpación (...) y tener una elección libre"
Juan Guaidó, proclamado presidente encargado de Venezuela
"
Lo que hicimos ese día es abrazar la Constitución, asumir la competencia que nos da precisamente
para el cese de la usurpación que vive Venezuela para abrazar a todos los sectores,
incluidos los militares y
tener una elección libre para poder definitivamente avanzar muy rápido para superar esta crisis", declaró a Univisión Noticias el día posterior.
Tras esto, las reacciones no pararon y pocos minutos después de este acto, comenzó a recibir el respaldo internacional, con mensajes de apoyo por parte de un grupo importante de los Mandatarios de todo el mundo.
Entre los que reconocieron a Guaidó como presidente "legítimo", estuvo el Grupo de Lima, donde la mayoría de sus miembros -Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú- se unieron en su causa.
Los hechos fueron avanzando y se sumaron los apoyos de los gobiernos europeos de Francia, España, Reino Unido y Alemania, que le dieron a Maduro ocho días para llamar a elecciones, de lo contrario reconocerán a Guaidó como legítimo en el cargo.
El líder de la AN agradeció el apoyo mostrado y pidió a todas las embajadas extranjeras que residen en Venezuela
que se mantengan en el país caribeño, mientras que fue claro al mencionar que
cualquier orden que no provenga de él no tenía sustento.
"Les insto a desconocer cualquier orden o disposición al respecto que contradiga el firme propósito del poder legítimo de Venezuela", enfatizó en un comunicado.
Sin embargo, las reacciones que han surgido por su accionar no han recibido un respaldo total. De hecho, parlamentarios chilenos avizoraban "un derramamiento de sangre" por el apoyo internacional, entre ellos Chile, a Guiadó como presidente encargado.
También aparecieron naciones apoyando a Nicolás Maduro, como Bolivia, Rusia, China o Turquía, los que criticaron la postura de Guaidó y la "injerencia" que Estados Unidos tendría en este proceso.
Dos presidentes al mando
El turbulento 23 de enero mantendría al rojo vivo las pasiones. Ante el creciente apoyo internacional hacia el líder opositor Juan Guaidó, Maduro recibió el respaldo de la cúpula militar y, posteriormente, del Tribunal Supremo de Justicia. "Jamás renunciaré" era el lema del Mandatario, tras el apoyo.
El respaldo a Maduro no amedrentó a Guaidó - incluso la CIDH otorgó medidas cautelares de protección a su favor por considerar que su vida estaba en riesgo- quien en su primera entrevista luego de ser proclamado como Presidente interino, manifestó a Univisión Noticias que estaba pensando en ofrecer una amnistía al Mandatario y sus aliados.
"Está en la mesa (la amnistía), esas garantías
para todos los que estén dispuestos a ponerse del lado de la Constitución y
recuperar el orden constitucional", dijo.
Eso sí, y en medio de un multitudinario acto, el opositor condicionó un futuro acuerdo a través del diálogo, sólo hasta que Maduro abandone el cargo, echándole tierra a la propuesta de los gobiernos de Uruguay y México.
Con todo, la oposición busca cumplir un proceso que consta de tres pasos para "recuperar la democracia": el cese de la usurpación, la instauración de un gobierno de transición y un llamado a elecciones democráticas libres.
Estos tres pasos son "el único elemento a discutir", afirmó Guaidó, quien llamó a los habitantes a mantenerse alerta y ser parte de una "gran movilización la semana que viene".
Nombrando embajadores
Guaidó nunca supuso que su accionar sería fácil, pero fue encontrando adeptos en todo el mundo, como fue el apoyo del agregado militar de la Embajada venezolana en Washington, José Luis Silva, lo que se consumó con la aceptación del encargado de negocios en EE.UU., Carlos Vecchio, propuesto por el líder de la Asamblea Nacional.
Junto a esto, el presidente encargado pidió la visita de la Alta Comisionada de los DD.HH. de la ONU,
Michelle Bachelet, para "
que sea testigo presencial de la grave crisis en la que vive todo el pueblo venezolano".
En medio de las convocatorias para futuras manifestaciones que se realizaran este miércoles, Guaidó confirmó que el proceso de transición será largo, pero que "llegará el momento de unidad de decidir quién va a ser el candidato", según dijo a los noticiarios chilenos 24 Horas y T13.
La última acción que realizó fue designar a sus representantes diplomáticos que velarán por sus intereses en cada país. En el caso de Chile, le otorgó esta misión a Guarequena Gutiérrez, coronando así un proceso que se avizora largo y cuyo futuro aún es incierto.
