"41 Bis": Cómo es el cuestionado régimen de "cárcel dura" que ocupa Italia para jefes de la mafia y otros peligrosos criminales
El sistema ha sido cuestionado por organismos de Derechos Humanos e incluso en 2007 la justicia estadounidense negó una extradición por considerar que su dureza "equivale a tortura". Todo apunta a que el recién apresado mafioso Matteo Messina pasará sus últimos días bajo esta modalidad.
Italia cuenta desde la década de 1980 con un régimen penitenciario de férreo aislamiento denominado 41 Bis y que, pese a las críticas de organizaciones humanitarias, sirvió de epílogo inflexible para los peores jefes mafiosos hasta su muerte, como Totó Riina, y muy probablemente ahora para Matteo Messina Denaro.
Estas son algunas claves sobre este sistema y las reacciones que genera tanto dentro como fuera de Italia.
¿Cuál es el origen de este sistema?
Es un sistema "cárcel dura", como se le conoce coloquialmente, creado en 1975 para los delitos más graves y los motines dentro de las penitenciarías.
Se empezó a aplicar a los mafiosos tras el mortal atentado en 1992 al juez Giovanni Falcone en Sicilia.
Giovanni Brusca, detenido en 1996 por el asesinato del juez Falcone. | AP
En resumidas cuentas, el objetivo es aislar al "capo" e impedir que continúe llevando las riendas de la organización mafiosa desde la cárcel.
En 2021, había 759 presos bajo este sistema.
¿Qué características tiene?
El reo vive en una celda individual sin contacto con el resto de presos.
El preso no tiene acceso a las zonas comunes.
Solo en algunos casos se le concede un par de horas al aire libre, siempre solos.
Está sometido a una vigilancia continuada por agentes policiales que no pueden mantener contacto con otros funcionarios.
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El preso puede recibir -solo en algunos casos- una visita al mes de una hora de sus familiares, separados por una mampara blindada, sin posibilidad de contacto físico.
Se controla toda su correspondencia y no tiene acceso a libros o revistas.
¿Qué reacciones genera este sistema?
La dureza del 41 Bis ha recibido numerosas críticas desde su implantación por parte de activistas y organizaciones humanitarias.
El Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas lo ha considerado siempre "inhumano" y algunos de sus puntos han sido cuestionados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En 2003, Amnistía Internacional lo tildó de "cruel y denigrante".
Tal es su fama que en 2007 la justicia estadounidense negó la extradición a Italia del mafioso Rosario Gambino, alegando que la aplicación de este sistema "equivale a la tortura".
En cualquier caso, el régimen del 41 Bis no solo ha sido mantenido con los años sino defendido de forma inquebrantable por los partidos italianos de todo el arco político, de la derecha a la izquierda.
¿Quiénes llegan a este tipo de sistema?
Históricamente a servido como epílogo para los criminales más sanguinarios de la temida mafia italiana. Por eso se espera que marque los últimos días vivo del "capo" Matteo Messina Denaro, detenido en Palermo tras 30 años fugado, pese a estar gravemente enfermo de cáncer.
Bernardo Provenzano, arrestado en abril de 2006. | AP
Un caso similar ocurrió con Bernardo Provenzano, jefe de Cosa Nostra y que fue arrestado en 2006 después de pasar prófugo 38 años.
Provenzano, apodado en siciliano "U Tratturi" (el tractor, por su fuerza física), fue condenado a tres cadenas perpetuas por sus crímenes y, tras su detención en 2006, pasó al régimen del 41 Bis, endurecido en una ocasión por tratar de dar órdenes desde prisión.
En abril de 2014 tuvo que ser ingresado en el hospital San Paolo de Milán y, aún así, en 2015 el Tribunal Supremo confirmó la aplicación de este régimen. Murió hospitalizado en julio de 2016 con 83 años y las autoridades prohibieron cualquier funeral público.
En 2018, el Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos condenó a Italia por renovar el 41 Bis a Provenzando incluso cuando estaba a punto de morir.
Salvatore Riina al escoltado por policía para militar en 1996. | AP
Otros caso famoso es el del "capo de capo", Salvatore "Totò" Riina, la "Belva" (Bestia, por su crueldad), detenido en 1993 tras 24 años en la clandestinidad por sus numerosos delitos, asesinatos y atentados, que le valieron la friolera de 26 cadenas perpetuas.
Riina pasó más de dos décadas aislado en varias cárceles del país, todas lejos de su Sicilia natal, y, en una ocasión que el Gobierno aligeró esta restricción, aprovechó la coyuntura para lanzar varias amenazas desde el otro lado de las rejas. Aquel suceso implicó un nuevo endurecimiento del 41 Bis.
Falleció en 2017 tras cinco días en coma ingresado en la unidad de detenidos del hospital Mayor de Parma en régimen de aislamiento.