El masivo corte de energía eléctrica en España, Portugal y el sur de Francia recordó a muchos el apagón que sufrió Chile a nivel nacional el pasado 25 de febrero.
Ese día, a las 15:16 hora local, el país se quedó sin luz en 14 de sus 16 regiones y afectó a más de ocho millones de hogares que no tuvieron energía por más de siete horas. Según estimaciones entregadas por el Gobierno, se vio afectado el 98,5% de la población del país, equivalente a unos 19 millones de personas.
A esta hora, todavía se desconoce la causa del apagón en la Península Ibérica. Desde Portugal apuntan que el origen proviene de España, mientras que se manejan variadas hipótesis de lo que pudo haber causado uno de mayores cortes eléctricos en la zona. En tanto, desde la Unión Europea descartan que se trate de un ciberataque.
Información
Aquí radica una de las mayores diferencias entre los apagones en España y Chile: tan solo minutos después del evento, en territorio nacional ya se había informado que había ocurrido una desconexión de la línea de transmisión Nueva Mantecillo-Nueva Pan de Azúcar, que corresponde a la empresa ISA Interchile. Posteriormente, el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) lideró una investigación que confirmó la falla y esclareció los hechos.
En tanto, a nueve horas del corte en España, todavía se desconoce la causa del apagón que afectó también a Portugal y algunas zonas de Francia. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mencionó en cadena nacional que "es mejor no especular, ya sabremos las causas, no descartamos ninguna hipótesis, pero ahora debemos centrarnos en lo más importante que es devolver la electricidad a nuestros hogares".
Telecomunicaciones
Inmediatamente tras el apagón, las redes de comunicación españolas cayeron. Los usuarios comenzaron a reportar a través de redes sociales -con la poca señal que tenían- que se desarrollaban dificultades para realizar llamadas, los servicios de mensajería funcionaban con intermitencias y muchos derechamente no podían ni siquiera enviar ni recibir textos.
Según reportó El País, las empresas Telefónica, Masorange y Finetwork avisaron rápidamente a sus clientes que estaban intentando restablecer el sistema y establecieron comités de crisis.
En tanto, Vodafone España avisó que tenía generadores de reserva para que servicio de red móvil se mantuviera activo, sin embargo, advirtió que "su funcionamiento dependerá de la duración de la incidencia". Esta empresa también convocó a un comité para enfrentar la emergencia.
Autoridades de Madrid llamaron a la ciudadanía a contactarse al número de emergencias 112 solo en casos extremadamente necesarios, ya que estaban funcionando gracias a generadores propios.
En cambio, en Chile el sistema de comunicaciones se sustenta por distintos niveles de antena. Según reportó el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, "el nivel 2 de antena tiene cuatro horas de respaldo obligatorio por ley. Esas cuatro horas de respaldo obligatorio se cerrarían a las 19:15 de la tarde", lo cual se cumplió. Cerca de ese horario recién comenzaron a caerse las redes móviles.
Caos por el horario
El apagón es España se registró a las 12:35 hora local, en pleno mediodía de un lunes. Por esto, se generó un caos mayor en las calles, ya que en Chile ocurrió a las 15:35 hora local en el mes de febrero, época estival en la que muchas personas se encontraban de vacaciones.
Pese a que Chile en ese entonces se encontraba modo "fin de vacaciones" y preparándose de lleno para marzo, algunos colegios ya habían comenzado su año escolar. En esa línea, los pocos establecimientos que ya estaban funcionando debieron suspender sus clases para el otro día.
Lo mismo ocurrió en España, donde la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria y la Comunidad de Madrid decidieron mantener abiertos sus colegios mañana sin clases lectivas con personal docente a la disposición para garantizar la atención de los estudiantes.
En tanto, Galicia decidió cerrar sus establecimientos y en Andalucía las clases se mantienen de manera normal.
Presencia militar
En Chile, ese 25 de febrero se dictó toque de queda desde las 22:00 horas, lo que se tradujo en el despliegue de las policías en las calles de 14 regiones del país para reforzar la seguridad de las personas ante el apagón. La presencia policial comenzó a desarrollarse siete horas después del corte.
Esta tarde, en España se decidió rápidamente desplegar patrullas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En total, se movilizaron 15.000 efectivos de Seguridad Ciudadana de Policía Nacional y 15.000 agentes de la Guardia Civil, tanto de Seguridad Ciudadana como de la Agrupación de Tráfico, consignó El País.
