Rusia lanzó durante la noche del domingo un bombardeo con drones récord contra Ucrania, según reportaron este lunes las autoridades locales, después de que Donald Trump tachara de "loco" a Vladimir Putin y advirtiera que Moscú se expone a más sanciones si continúa con los ataques.
El Presidente estadounidense intenta desde su retorno a la Casa Blanca mediar para terminar el conflicto, pero no ha logrado concesiones importantes del Kremlin, pese a varias reuniones de alto nivel con Rusia.
Durante tres noches consecutivas,
Rusia bombardeó Ucrania con ataques a gran escala con drones, una estrategia que logró saturar las defensas aéreas y provocó al menos
13 muertos el domingo, informaron las autoridades ucranianas.
Donald Trump, que no suele criticar a su par ruso, lanzó una dura advertencia el domingo. "Siempre he tenido una buena relación con Vladimir Putin, pero algo le ha ocurrido. Se ha vuelto completamente loco", escribió en su red Truth Social.
"Siempre dije que él quiere toda Ucrania, no solamente un pedazo, pero si lo intenta, llevará a Rusia a la perdición", enfatizó el Mandatario estadounidense, quien dijo que estudiará posibles sanciones contra Moscú.
Bombardeos
Durante la noche, Rusia lanzó contra Ucrania 355 drones, un "récord" desde el inicio de su invasión en febrero de 2022, y nueve misiles de crucero, informó este lunes la Fuerza Aérea ucraniana.
Una fuente militar ucraniana declaró a AFP que por el momento no hay "ninguna razón para que cunda el pánico" y que Ucrania se protege de los ataques rusos "lo mejor que puede".
Pero
"para mantener nuestra defensa, necesitamos entregas de armas occidentales", afirmó, citando como prioridad los misiles Patriot de fabricación estadounidense.
La invasión rusa ha provocado decenas de miles de muertos, asoló pueblos y ciudades enteras y constituye la mayor crisis en las relaciones entre Rusia y las potencias occidentales desde la Guerra Fría.
Las autoridades ucranianas no reportaron muertos en la última andanada de ataques, pero informaron que los bombardeos en las últimas 24 horas dejaron un civil muerto en la región de Sumi, fronteriza con Rusia.
Rusia reivindicó este lunes la toma de dos pueblos en Sumi, donde sus tropas están a la ofensiva desde hace semanas.
Frustración ciudadana
La intensificación de los ataques rusos contra ciudades ucranianas y el aumento de la presión en el frente profundizan la frustración de los ucranianos con la inacción y lentitud con que a su juicio EE.UU. y Europa responden respectivamente a sus llamados a endurecer las sanciones a Rusia y aumentar la ayuda militar.
La afirmación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de que los ataques rusos se ven facilitados por "el silencio de Estados Unidos y otros" refleja un sentimiento generalizado en Ucrania de que Rusia se aprovecha de la impunidad creada por la indecisión de los socios de Ucrania.
"Hasta ahora, Estados Unidos sólo ha presionado a Ucrania, no a Rusia", lamentó este lunes el analista político Vitali Portnikov en su canal de YouTube, que cuenta con casi un millón de suscriptores.
Según Portnikov, sólo las críticas de Zelenski han hecho que Donald Trump reaccione por fin a la matanza de civiles y llame "loco" a Vladimir Putin.
Algunos analistas aún esperan que la insistencia de Putin en continuar los ataques contra civiles pueda hacer "enfadar" a Trump e incitarle a comprometerse a apoyar militarmente a Ucrania y a imponer sanciones a Rusia.
Sin embargo, a tenor de la política de Trump desde su vuelta a la Casa Blanca, la mayoría de los ucranianos ya no ven a EE.UU. como su aliado y, en su lugar, ponen sus esperanzas en un mayor apoyo europeo.
"La retórica ha sido alentadora, haciéndonos sentir que no estamos solos, pero espero que finalmente vaya seguida de pasos concretos", dijo a EFE Jristina Shumska, una madre que cría a su hija de dos años en Leópolis mientras su marido lucha cerca de la localidad oriental de Pokrovsk.
"Europa está despertando, pero sigue en pijama, tomando café, haciendo demasiado poco y demasiado tarde. Avanza en la dirección correcta, pero demasiado despacio", afirma Oleksi Melnik, analista de seguridad del Centro Razumkov de Kiev y antiguo ayudante del Ministro de Defensa.
El anuncio hecho este lunes por el canciller alemán, Friedrich Merz, de que Ucrania no tiene restricciones para utilizar armas occidentales de largo alcance contra objetivos militares en Rusia es bien recibido, pero se considera que llega con retraso.
El permiso germano llega más de dos años después de que Ucrania lo solicitara por primera vez y los analistas afirman que su impacto dependerá de cuántos misiles, cuya producción sigue siendo bastante limitada, y con qué rapidez reciba finalmente Ucrania.
"Por desgracia, a menos que Europa sienta directamente la amenaza rusa, es probable que esta inercia persista", advirtió Melnik.