SANTIAGO.- “Cuando vienen, les decimos que son de avena”. Con este pretexto, una de las dos vendedoras de galletas con cannabis sativa del barrio Lastarria responden a la pregunta sobre cómo eluden un posible control de Carabineros.
Sentadas bajo una muralla roja, a una cuadra del Museo de Bellas Artes, las comerciantes ofrecen a mil pesos sus productos a las decenas de peatones que observan el curioso cartel pegado en la pared detrás de las jóvenes: “Galletas de cannabis”.
Sonrientes, ambas vendedoras parecen ignorar lo que arriesgan. En octubre pasado, un profesor fue detenido en el terminal de buses de Puerto Montt debido a las 11 galletas de marihuana que transportaba en un frasco de vidrio y a las otras 18 que tenía en una bolsa. Del mismo modo, dos puconinos terminaron arrestados por el OS-7 de Carabineros. Lo anterior, como resultado del cultivo de 12 plantas de cannabis y al porte de un envase con 70 gramos de mantequilla de marihuana en noviembre de 2015.
Las galletas, queques y muffins, hasta leche y mantequilla, todos preparados a base de marihuana, son ofrecidos libremente en distintos lugares de Chile. Ello, a pesar de que poseen THC, una sustancia alucinógena contenida en la planta, y, por ende, un probable riesgo a la salud.
Preparación ilícita
A diferencia de los growshops, tiendas que ofrecen artículos relacionados con la marihuana, así como semillas de cannabis libres de THC, la mayoría de los queques y galletas del comercio ambulante sí cumple con el requisito básico para caer en delito.
“Para hacer esos productos, la planta es procesada; entonces, lo que se hace al procesarla es extraer el THC, y eso es lo que queda capturado en los productos”, afirma el comisario Nelson Parada, de la jefatura antinarcóticos de la PDI.
El comisario Parada expone que la PDI utiliza dos métodos para frenar las ventas: “O se hace una investigación por medio del Ministerio Público o se actúa en flagrancia incautando esta sustancia”.
La teniente Pamela Sandoval, del OS-7 de Carabineros, cuenta que durante la detención se debe realizar una prueba de campo con el fin de comprobar si la galleta, el queque, el muffin, la leche o la misma mantequilla fueron hechas a partir de marihuana. La diligencia consiste en aplicar un spray que genera colores en el producto. “En el caso de la marihuana, esta arroja una coloración marrón; entonces, si la coloración es positiva, hay presencia de cannabis”, plantea la policía.
De ser sorprendidos, agrega la uniformada, los responsables son arrestados y llevados ante el Ministerio Público, que determina si se les cita o pasan a control de detención.
Desde 2014, el OS-7 de Carabineros ha incautado 1.749 trozos de queques con marihuana.
Campañas en colegios
El director subrogante del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Antonio Leiva, se muestra preocupado por esta situación. Sostiene que la venta de estos productos es un riesgo inminente para los niños y adolescentes. “Con respecto a ellos, la respuesta es categórica: existe un acuerdo universal de que los chicos no deben consumir sustancias en ninguna de sus formas, porque esto es dañino para su salud y su formación fisiológica”, indica.
Aunque reconoce que la entidad gubernamental no tiene en sus planes una campaña preventiva contra la venta ilegal de productos preparados a base de cannabis, manifiesta que el servicio seguirá enfocado en transmitir su mensaje en los establecimientos educacionales y a la comunidad.
“No existen esfuerzos que podamos hacer, y que por sí mismos vayan a producir el efecto que estamos buscando, si no vienen de una toma de conciencia de parte de la comunidad”, concluye Leiva.
