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Planificar los bosques y más torres de vigilancia: Las medidas que sugieren los expertos para enfrentar los incendios forestales

Teniendo en cuenta que este tipo de emergencias podrían volverse cada vez más frecuentes, expertos en la materia proponen tomar acciones que podrían aminorar su impacto en el futuro.

06 de Febrero de 2017 | 11:35 | Por Natacha Ramírez, Emol
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SANTIAGO.- La magnitud de la emergencia generada por los últimos incendios forestales debiera marcar un antes y un después en la forma como se enfrentan este tipo de situaciones, más aún considerando que el escenario futuro, influido por el cambio climático, podría hacer que emergencias como la de este año se vuelvan más comunes.

En medio de este panorama, expertos del área sugieren distintas medidas que debieran implementar, tanto autoridades, empresas y personas particulares, que podrían ayudar a enfrentar de mejor forma y atenuar el impacto de este tipo de siniestros.

Planificar los bosques con árboles de distintas alturas


Una medida que el Doctor en Ecología, Eduardo Peña, considera clave es planificar las plantaciones de árboles. Según explica el académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Concepción, tal como están ahora, al ser áreas homogéneas y continuas de árboles de una misma altura, el fuego se propaga con mayor facilidad, ya que tiene el suficiente "combustible".

Dice que lo ideal sería que cada cierta cantidad de metros de plantación se dejara una zona despejada, para frenar el avance del fuego en caso de incendio, pero reconoce que esa medida sería poco viable, ya que implicaría pérdidas de zonas de producción.

"Tendremos que dejar áreas de amortiguamiento a la orilla de las ciudades, a la orilla de los caminos (...) Va a implicar que, obviamente, entre una plantación forestal y una ciudad habrá un área donde no tengas árboles que pueden prender un pueblo entero"

Sara Larraín

Por eso, sugiere tener plantaciones contiguas de árboles de diferentes edades, lo que implica que tengan distintas alturas. Dice que de esa forma, cuando el fuego llegue a los árboles más bajos, sería más fácil apagarlo, ya que su intensidad depende directamente del "combustible", en este caso del tamaño del árbol.

Detalla que, en general, si una plantación tiene más de 10 años "cuando la toma el fuego es bien difícil controlarla", pero antes de los 10 años "es más manejable".

Dice que si se utilizara este sistema, si bien los costos de producción en un principio podrían subir, a la larga "va a ser más seguro y el negocio sería viable en el tiempo".

La directora ejecutiva de Chile Sustentable e integrante de Comité Nacional de Restauración Ecológica, Sara Larraín, afirma que también se deben dejar "áreas de amortiguamiento" a la orilla de las ciudades y de los caminos, de modo que los bosques no estén tan cerca de las zonas pobladas.

"Tendremos que dejar áreas de amortiguamiento a la orilla de las ciudades, a la orilla de los caminos (...) Va a implicar que, obviamente, entre una plantación forestal y una ciudad habrá un área donde no tengas árboles que pueden prender un pueblo entero", señala.

Detalla que en esas zonas se puede dejar vacía, con vegetación más baja, como pasto, o establecer zonas de recreación. "La emergencia demostró que no se puede seguir haciendo más de lo mismo", subraya.

Más torres de detección de incendios y más aviones


El experto explica que, una vez que se declara un incendio forestal, es fundamental actuar en los primeros diez minutos, ya que dentro de ese lapso éste se puede extinguir con mayor facilidad (con un solo lanzamiento de agua desde un avión o helicóptero), pero una vez sobrepasado ese tiempo la situación se puede complicar y "salir de las manos".

Para eso, en Chile existe una red de torres de detección de incendios forestales distribuidas a lo largo del territorio. Éstas tienen unos 30 metros de altura y desde allí se puede monitorear hasta unos 60 kilómetros de distancia, de modo que cuando se detecta un foco, inmediatamente se activa un protocolo para que llegue una aeronave en los primeros diez minutos y extinga el fuego con un solo lanzamiento de agua (esto se llama "golpe único").

El experto explica que más del 90% de los incendios se logran controlar tempranamente, pero el 1% de ellos se sale de control y termina provocando las emergencias.

Para reforzar este combate temprano, Peña sugiere, primero, aumentar las torres de detección en la zona de la cordillera de Los Andes, pues dice que –si bien hay suficientes en el valle y en la cordillera de la costa–, en esa zona "hay una deuda". "Entonces cuando empieza un incendio en la cordillera, se va por dentro de la quebrada y el humo se ve cuando ya el incendio es grande".

También afirma que es necesario aumentar el número de aviones disponibles para incendios, de modo que si por alguna circunstancia –como que las aeronaves se trasladen a combatir una emergencia mayor– se pueda contar con una reserva para atender los focos que recién comienzan.

"Lo ideal es que hubiesen muchos helicópteros y aviones, y que apenas se declare el incendio puedan llegar rápidamente a hacer un lanzamiento y con eso se podría apagar, porque cuando hay eventos como ahora, en donde tenemos 40 ó 60 incendios, no da el abasto para llegar oportunamente a todos", señala.

Educación de personas que viven en zonas de riesgo


Si bien hoy el debate está centrado en cómo enfrentar la emergencia, si con más recursos o más tecnología, según el experto las cifras muestran que los esfuerzos deben apuntar a la prevención.

Esto ya que en el último tiempo la superficie arrasada por cada incendio forestal, en promedio, se ha mantenido estable en niveles bajos, pero lo que sí ha aumentado considerablemente es la cantidad de incendios y esto sí se podría bajar con prevención. "Por mucha tecnología que le meta al combate no puedo tener una ganancia significativa ahí. En cambio, si uno hace mucha prevención podría tener muchas ganancias", señala.

Dice que se debiera educar especialmente a los niños más pequeños, ya que son más receptivos al tema, por lo que los resultados debieran verse a futuro.

Pero también se debiera educar a las personas que viven en zonas rurales en cuanto al manejo de los pastizales y arbustos –que son el combustible del fuego–. "Ésa es una prevención que en Chile no hemos hecho mucho", indica.

Al respecto, dice que es fundamental eliminar el pasto en un radio de al menos 30 metros, de modo que el fuego no llegue a la vivienda.

Al respecto, dice que es fundamental eliminar el pasto en un radio de al menos 30 metros, de modo que el fuego no llegue a la vivienda. "En Valparaíso una familia que salvó su casa lo que hicieron fue raspar el pasto alrededor de su vivienda", indica., indica.