Matías Rovano, El Mercurio
SANTIAGO.- Solo
seis mesas de 42.890 en todo el país resultaron descuadradas durante la primera vuelta de las
elecciones presidenciales pasadas, cuatro menos que las registradas durante el proceso de 2013. Una cifra que evidencia, a juicio del
Servicio Electoral la prolijidad del actual sistema electoral chileno.
En medio de las dudas sembradas por el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, sobre el conteo de votos, el presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral,
Patricio Santamaría, señaló a Emol que "el sistema es garantizado, es seguro y ha permitido elegir desde hace mucho a los Presidentes del país".
En ese contexto, explicó que hay dos tipos de descuadre de mesas. El primer caso es cuando la suma de los votos son mayor al número de votantes en la mesa. De ese tipo hubo 10 en 2013 y 6 este año. El segundo caso es cuando la suma de los votos es incorrecto. "Son mesas donde los vocales suman mal y el error es evidente", dice.
"Todas estas mesas nosotros tenemos el deber de informarlas el mismo día de la elección a medida que van ingresando al escrutinio desde los locales de votación. Al día siguiente de la elección se juntaron los colegios escrutadores y lo que hacen es corregir esos errores de suma", sostiene.
Cabe destacar que en 2013 hubo en total 2.953 casos preliminares de mesas descuadradas y este año esa cifra disminuyó a 1.600. "Todo esto quedó resuelto porque la resolución del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) que establece que no existieron reclamos de nulidad o solicitudes de rectificación de escrutinios".
"Además, la sentencia del Tricel señala que revisadas las observaciones de las actas como jurado, no hubo ninguna situación irregular y termina diciendo que la elección del 19 de noviembre se ajustó a la ley. O sea, está todo resuelto", subrayó.
Razones del descuadre y transparencia del proceso
Consultado sobre cuál es la razón por la cual se redujeron los descuadres entre ambas elecciones, Santamaría indicó que "tiene que ver con que los vocales sumaron mejor que en oportunidades anteriores. Tanto en 2013 como en 2017, además de los útiles electorales enviamos a todas las mesas una calculadora para colaborar con ese tema".
"Se mantienen estos errores de suma por distintas razones. Porque son muchos candidatos, muchas cifras que hay que sumar y se hace al final de una jornada que a veces puede ser bastante agotadora y además, por qué no decirlo, no todos sabemos sumar en Chile", agregó.
No obstante, el titular del Servel recalcó que "seis mesas descuadradas en un universo de 42.890 mesas, que posteriormente son corregidas y rectificadas por el Colegio Escrutador cuando se trata de sumas y por el Tribunal Calificador cuando califica la elección, es algo absolutamente normal y habitual en cada proceso".
Asimismo, sostuvo que "aquí se trabaja con un sistema manual que es muy seguro. Las candidaturas pueden tener apoderados en todas las instancias del proceso electoral y en las mesas receptoras de sufragios desde que empiezan a constituirse hasta que se instalan el día de la votación y hasta que termine el escrutinio".
"Además pueden tener apoderados en los colegios escrutadores y pueden designar abogados en el Tribunal Calificador de Elecciones. Es decir, aquí hay un control de las candidaturas que es posible hacer y está garantizado", recalcó.
Santamaría asegura además que "los escrutinios son públicos, cualquier persona puede estar pendiente y viendo cómo se cuentan los votos".
"Las actas se emiten en triplicado, una de las actas va directamente al presidente del Tricel esa misma noche, otra se envía al secretario del colegio escrutador que funciona al día siguiente y otra se le entrega al encargado del Servel que la digitaliza en el mismo colegio y entra a un sistema donde no hay ninguna manipulación", aseveró.
