SANTIAGO.- Cada semana de los últimos cuatro años personal del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de Carabineros realizó, en promedio, cuatro operativos ante la alerta de un supuesto artefacto explosivo o un paquete sospechoso.
Uno de estos casos ocurrió en agosto de año pasado en el muelle transportador de gas de la empresa GNL en Quintero, en medio de la emergencia ambiental generada por contaminaciones en la ciudad. En primera instancia se divisaba un balón de gas conectado a lo que parecían ser unas botellas. Tras horas de trabajo, los efectivos constataron que se trataba de un artefacto simulado que no tenía contenía pólvora.
También el año pasado, un chileno llamó con acento argentino, colombiano y español a la DGAC, el Aeropuerto de Santiago y la aerolínea Sky para dar avisos de bombas, según constató el Ministerio Público. La situación implicó la activación de protocolos de seguridad de algunos aviones, motivando incluso un aterrizaje de emergencia en el extranjero. Por los hechos, un hombre fue formalizado por amenazas, falsa alarma de emergencia, y delitos contra la seguridad interior del Estado.
Situaciones similares se registraron en dicho periodo en sucursales bancarias; en los mall Plaza Vespucio y Plaza Oeste; buses del Transantiago; y en las cercanías de domicilio del ex presidente de directorio de Codelco Óscar Landerretche, quien ya había sufrido un atentado en 2017, resultando con lesiones leves en una mano, el antebrazo y estómago.
Estos hechos señalados tienen algo en común: todos fueron falsos avisos. Y es que aquella situación suele ser la tendencia.
Así lo revelan cifras obtenidas a través de Transparencia desde la institución uniformada. Los datos enviados a Emol señalan que, entre 2015 y 2018, los policías realizaron 1.052 procedimientos a nivel nacional de es este tipo.
De estos, solo 39 dieron, dieron "positivo" según la jerga policial, ameritando la desactivación o detonación del artefacto encontrado. La cifra, corresponde al 3,7% del total.
Los operativos, sin embargo, han ido a la baja. En 2015 se registraron 370 procedimientos, mientras que en 2018 fueron 181, lo que implica una caída de casi el 51%. En tanto, la mayoría de los casos "positivos" fueron en 2017, cuando se intervinieron 16 paquetes.
Llamadas anónimas
Minutos antes del mediodía del 4 de enero, un fuerte sonido alertó a quienes estaban en los alrededores de la esquina de Vicuña Mackenna con Francisco Bilbao, en las inmediaciones del Parque Bustamante.
Según se confirmaría más tarde, el ruido correspondía a la explosión de un artefacto colocado al interior del basurero de un paradero del Transantiago.
La detonación dejó a cinco personas heridas y encendió rápidamente las alarmas. En las siguientes 72 horas, los policías recibieron casi una veintena de llamados que no dieron resultados positivos. Gran parte de ellos, atribuidos por algunas autoridades al miedo que produjo la situación.
En dicha oportunidad, el fiscal nacional, Jorge Abbott, aseguró: "Los falsos avisos de bomba dificultan la actividad de las policías, porque distraen los recursos que están destinados a investigar los hechos que realmente ocurren (…) llamamos a la población, particularmente aquellas personas que denuncian falsamente estos hechos, a evitar(lo), porque en definitiva lo único que hacen es perjudicar la tranquilidad con la cual tiene derecho a vivir toda persona".
Los datos enviados a este medio señalan que en los últimos cuatro años se recibieron 405 llamados anónimos por supuestos artefactos.
