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Entre el caso Norma y la cuarentena: Los golpes que azotan a Linares, la "capital del sueldo mínimo"

Mientras muchas comunas salen del encierro, la ciudad maulina inicia su confinamiento obligatorio en medio de la pena por el asesinato de la joven carabinera, un caso que hizo recordar otros del pasado.

28 de Agosto de 2020 | 08:29 | Por Ramón Jara A., desde Linares
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Ramón Jara A., Emol
Linares es una zona que sabe de traumas y heridas. Entre historias legendarias (como la maldición de un cura en las cuatro esquinas de la plaza) y otras no tanto, en sus 226 años de existencia la ciudad maulina ha tenido una historia de tragedias y dramas en paralelo a otros hechos más alegres. Una carga que se siente y que sus propios habitantes se encargan de recordar. Una mochila que estos días ha aumentado de peso, otra vez.

El asesinato de Norma Vásquez, carabinera de 20 años cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de un auto en las afueras de la ciudad el sábado pasado, desconcertó a la región y al país entero. Cuatro días después, y mientras los linarenses aún asumían este hecho dramático, vino otro suceso: la declaración de cuarentena ante el aumento de casos de coronavirus, mientras otros lugares del país ya inician la fase del desconfinamiento.

Ambos hechos vuelven a golpear a esta ciudad ubicada 300 kilómetros al sur de Santiago, como ya ocurrió hace dos años con el mediático cierre de la empresa Iansa, motor económico de Linares, zona predominantemente agrícola cuyos bajos índices laborales revelan una clara precariedad. No por nada sus casi 100.000 habitantes le llaman "la capital del sueldo mínimo".

Y si bien no hay informes recientes que confirmen esta teoría, en 2013 un estudio de la Universidad de Talca revelaba que el 23,5% de la fuerza laboral de la comuna recibe el salario mínimo. Esto se suma a un desempleo del 7,2%, según los datos del INE del trimestre septiembre-noviembre 2019 (el último registro disponible a la fecha).

Y así como ocurrió con la industria azucarera en 2018, los hechos recientes vuelven a poner a Linares en un sitial mediático nacional al que no está acostumbrado, y también reflotan el sentimiento de desamparo, de sentirse el "patio trasero" del Maule, algo compartido por muchos, pero que también es refutado por otros.

Pesar por Norma


El hallazgo el sábado del cuerpo sin vida de la carabinera Norma Vásquez (20) en el maletero de un auto estacionado en un motel en las afueras de Linares, conmocionó a todos los vecinos e hizo recordar emblemáticos hechos del pasado. Como el caso de Marcia Campos, que en 2004 fue encontrada muerta en su vehículo y cuyas causas de su deceso nunca fueron esclarecidas. O el más reciente de Catherine Vásquez, ex funcionaria municipal que a dos años ya de su fallecimiento aún no hay respuestas y su familia clama por justicia.

Este nuevo crimen ha reflotado el sentimiento de rabia en muchos linarenses, que han cargado responsabilidad al trabajo del Ministerio Público, encabezado por la fiscal Carola D'Agostini.

"Norma es un caso que nuevamente vuelve a poner a Linares en la palestra, en los medios, por otra cosa super trágica y macabra, que a nosotras ya nos tiene cansadas de tener que salir año tras año por una muerte o una violación, algo que nosotras ya no queremos", cuenta a Emol Carola Castro, vocera de "Mujeres por Linares", agrupación que desde 2018 se ha dedicado al seguimiento de casos de violencia de género en la ciudad y cuyas integrantes están capacitadas por la autoridad para acompañar a las familias de las víctimas.

Este grupo es uno de los que ha liderado las manifestaciones que se han hecho sentir los últimos días en la ciudad y que han sido catalogadas de históricas. Para Castro, esto explica una evolución de la problemática en la sociedad linarense: "El primer año vimos que hubo un revuelo por lo de 'Catita' Vásquez. Al siguiente año, cuando fue lo del "caso Tablón" (donde una garzona fue violada al interior del bar donde trabajaba a manos de su jefe) fuimos a manifestarnos a tribunales y hubo una manifestación más activa y luego ahora, en medio de toda la pandemia sucede lo de Norma y en realidad esto ya es como un volcán, explotó y la gente se volcó a las calles".

Imagen de la protesta del pasado domingo en la Plaza de Armas de Linares, a raíz del caso Norma (Foto: Mujeres por Linares).

"Ahora llegamos a un punto en que ni siquiera la gente necesita ser convocada por nosotras, se autoconvoca y sale a la calle, y eso viene después del estallido social", agrega la activista quien tiene su teoría sobre la rabia acumulada en Linares: "Nosotras sentimos que los organismos, las instituciones, no actúan de manera rápida, con celeridad, sino de forma más bien negligente".

Visión parecida tiene el ex sacerdote y ahora concejal Jesús Rojas (DC) quien afirma: "Aquí no sorprende que pasen estas cosas porque hay una sensación social de mala administración de justicia (...) y esto viene a dar cuenta de que no nos estamos haciendo cargo de la justicia para todos".

"Nosotras sentimos que Linares no es una ciudad segura ni tranquila para vivir como mujer, y ante esto finalmente sentimos que quienes nos podemos defender somos nosotras mismas"

Carola Castro, vocera Mujeres por Linares
"Nosotras sentimos que Linares es la capital del sueldo mínimo y de la impunidad", complementa Castro, quien añade: "Nosotras sentimos que Linares no es una ciudad segura ni tranquila para vivir como mujer, y ante esto finalmente sentimos que quienes nos podemos defender somos nosotras mismas". Ahora, con la cuarentena ya decretada, el llamado es a manifestarse desde los hogares, principalmente a través de redes sociales.

En tanto, el alcalde de Linares, Mario Meza (RN), afirma que sostuvo una reunión por Zoom con el fiscal nacional, Jorge Abbott, quien se comprometió a revisar los antecedentes del caso.

Hasta que llegó la cuarentena


Mientras Linares despedía a Norma y se manifestaba, el miércoles el ministro de Salud Enrique Paris comunicó una noticia que muchos esperaban: el retroceso de la comuna a la fase de cuarentena a raíz del aumento de casos de covid-19. En los últimos días, la ciudad era la que registraba más contagios nuevos de coronavirus en toda la región del Maule: actualmente cuenta con 955 infectados, de los cuales más de 100 están activos.

955casos de covid-19 suma la comuna de Linares a la fecha
El anuncio desató la locura en la ciudad. El centro, que ya se llenaba de gente paseando y recorriendo los locales comerciales, esta vez colapsó, con filas gigantescas en supermercados y carnicerías. El epicentro es la calle Independencia, arteria principal linarense que fue cerrada por las autoridades comunales para el tránsito vehicular a partir del 31 de marzo, entre otras cosas, para facilitar el distanciamiento social entre los peatones y evitar la congestión en la vereda. Sin embargo, se convirtió en un paseo peatonal altamente concurrido.

"Esto parece Navidad", se lamentaba Jacqueline Yáñez, quien con Jacqueline Rojas y otras vecinas del sector Nuevo Amanecer (el más populoso de Linares, con 25.000 vecinos) lideran la olla común "Esperanza", una de las más de 25 distribuidas en la ciudad para ayudar a los afectados por los efectos secundarios de la pandemia. Ambas aseguran que esto se veía venir; ahora, están preocupadas por cómo se abastecerán durante la cuarentena.

"Al final del día esto es responsabilidad de todos. Quienes se quedaron en casa inclusive, lamentablemente deben asumir costos por algunos. Son responsables aquellos grupos familiares que celebraron, que tuvieron fiestas. La medida de cierre de calle Independencia es plenamente justificable, hasta el día 31 de julio", se defiende el alcalde Meza, que a la vez destaca las medidas tomadas por su municipio para enfrentar la cuarentena, como el reparto de cajas de alimentos a todos los habitantes de la comuna.

"Al final del día esto es responsabilidad de todos. Quienes se quedaron en casa inclusive, lamentablemente deben asumir costos por algunos. Son responsables aquellos grupos familiares que celebraron, que tuvieron fiestas.

Mario Meza, alcalde de Linares
Para el jefe comunal, "el retiro del 10% de los fondos de pensiones llevó a las personas a sacar los fondos y a comprar, y nosotros decidimos mantener el cierre de calle Independencia, porque de lo contrario iba a existir menos espacio público para el distanciamiento social. La medida de calle Independencia es una medida correcta, pero que corresponde a la necesidad del momento. Si al final del día nadie le dijo a los linarenses o les obligó ni nadie les puso una pistola en el pecho para salir a comprar".

"Nosotros desde el primer día dijimos que las medidas debían ser estrictas, restrictivas y prohibitivas desde un comienzo. Nosotros fuimos la primera comuna que pedimos una cuarentena y pedimos un cierre de la ciudad, contra la oposición de mi propio gobierno, contra la oposición de todas las autoridades y al margen de la Constitución, pero era necesario cuando se comenzaron los primeros brotes porque después de la batalla todos van a ser generales y aquí lo importante es la salud pública de la población", agrega.

El "patio trasero"


Consultado por esta sensación de ser el "patio trasero" del Maule, Meza le baja el perfil y rechaza la afirmación: "Nosotros no nos sentimos el patio trasero, y en esto quiero ser muy sincero, porque debo defender la gestión en los últimos cuatro años, las obras de desarrollo están a la vista. Después de 30 años Linares tiene un mejoramiento substancial", remarca, citando obras como el levantamiento de un aeródromo, la inauguración de una nueva biblioteca municipal y la mejoras en luminaria pública.

Sin embargo, el concejal Jesús Rojas no comparte lo dicho por el alcalde: "Claramente Linares-Cauquenes, como provincia, estamos en desventaja con el resto de la región que es Curicó y Talca. No es solo una cosa a nivel de sensación, sino que por la cantidad de habitantes, por varios otros elementos finalmente nos deja en desventaja con las otras provincias, aún aquí en Linares más que en Cauquenes, pero el Maule Sur está muy en desventaja en todos los servicios".

"En estos últimos años hemos tenido al Gobierno nacional y local en una misma línea, pero eso tampoco ha significado cambios (...) Lo otro es que tenemos una matriz económica en Linares que está más bien enraizada en la agricultura y la agricultura no es un tema que está siendo muy relevante a nivel nacional. Hablamos de otros temas, pero el tema agrícola parece más bien del pasado y que no está en los grandes planes y proyectos del Gobierno, entonces finalmente eso nos pone en una desventaja social y económica que es bastante grande", dice, destacando además una brecha cultural que ejemplifica claramente: "Ni siquiera tenemos cine".

"Efectivamente estamos todavía muy al debe como comuna y por eso hacemos más noticia por las cuestiones negativas: por lo que dijo el alcalde en un viaje o porque hubo una muerte. Ahora, entramos a una cuarentena cuando otros están saliendo y finalmente queda un poco signo de eso y eso es porque nos falta para la educación, para la salud", se lamenta.

Mientras, los linarenses se preparan para el encierro, que comenzará a las 23:00 horas de este viernes. Una historia que sin duda se recordará, como la maldición del cura Somoza, el cierre de la Iansa y tantas otras más.
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