"El 2022 ha de ser el año en que termine la pandemia de covid-19, pero también el comienzo de una nueva era de solidaridad". Esas fueron las palabras con las que el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus instó al mundo a lograr el objetivo.
Para eso, afirmó en una conferencia de prensa desarrollada en Ginebra, "los líderes gubernamentales y las personas deberán tomar decisiones difíciles". Esto implica "avanzar en equidad" y centrar la inoculación con dosis de refuerzo "en los grupos que tienen riesgo de padecer enfermedades y adultos mayores".
Esto último es precisamente lo que se evalúa en Chile, según el reciente anuncio del ministro de Salud, Enrique Paris de aplicar una cuarta dosis de la vacuna. Aunque aún se estaría evaluando qué grupos recibirán la inyección, ya se adelantó que el proceso comenzaría después del 15 de febrero.
Hoy, la subsecretaria de Salud Pública, María Teresa Valenzuela, abordó el llamado de la OMS, aclarando que el fin de la pandemia "es difícil predecir", pero apuntó que esta proyección obedece a que "la cantidad de vacunas que se han producido es una dosis suficiente para que pueda abordar a toda la población del mundo".
No obstante, y en referencia a lo subrayado por el doctor Adhanom, dijo que es necesario que el resto del mundo avance en los mismos pasos que lo ha hecho Chile, es decir, con alta vacunación y respeto a las medidas sanitarias.
"Es más probable que se convierta en endemia"
Para el doctor Javier Tinoco, infectólogo de la Clínica Universidad de Los Andes, alcanzar el objetivo es complejo. "No sería tan categórico, porque muchos países tienen una cobertura de vacunación muy baja, y mientras haya un porcentaje importante susceptible de enfermar, va a haber casos y rebrotes, y si no han recibido ninguna vacuna, también tienen la posibilidad de enfermar gravemente".
En ese sentido, reconoce que "
puede que en Chile tengamos una percepción diferente" gracias a la alta vacunación, pero mirando al resto del mundo, "
es difícil pensar que el covid-19 termine hacia 2022".
Lo más probable en este escenario, aclara, es que la pandemia termine por convertirse en una endemia, donde ya con un porcentaje importante de la población vacunada o que ya se haya infectado, "se comience a manejar una casuística baja de casos o rebrotes pequeños", afirmó.
En la misma línea, el ex subsecretario de Redes Asistenciales y decano de la Universidad Autónoma, Luis Castillo, cree que el postulado de la OMS "a estas alturas del 2021, es muy prematuro".
En el caso de Chile, cree que con una cuarta dosis, con una vacunación masiva durante el próximo año, y con un análisis de los casos nuevos producidos por variante ómicron u otra, "podríamos estudiar la posibilidad de que el virus se transforme en endémico".
Daniel Jiménez, epidemiólogo de la Universidad de Talca es tajante: "la pandemia no se va a acabar hasta que todos los países tengan acceso a la vacuna y logremos inmunidad colectiva".
"Deberíamos pasar a una endemia, como ocurrió como la influenza. Y si bien algunos países están más cerca de eso, este fenómeno no se vive por país, es a nivel mundial", zanjó.
