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Daño en pacientes covid-19 e incluso en el agua: Los efectos nocivos del humo y cenizas tras los grandes incendios

Expertos detallan las consecuencias "secundarias" de la catástrofe, las que de todas formas suponen un peligro para la salud y los resguardos que tomar al respecto.

25 de Febrero de 2023 | 09:20 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Son múltiples las consecuencias que han dejado los incendios forestales que, a la fecha, se siguen desarrollando en el país. Ya son tres semanas en que más de 450 mil hectáreas han sido arrasadas por las llamas en distintas regiones del país; principalmente en el Ñuble, Biobío y La Araucanía.

Y junto con las miles de personas damnificadas, los más de 16 mil animales quemados, las pérdidas de cultivos particulares y de viviendas, también existen otras consecuencias, denominadas "indirectas" que impactan de igual forma a las personas: el humo y las cenizas. Sus efectos nocivos, dependerán de la intensidad, duración, y topografía del lugar, entre otros factores.

En zonas de gran presencia de monocultivos forestales, que incluyen árboles de pino y eucaliptus, es evidente que cada árbol, cada madera que sucumbe ante las llamas se convertirá, en parte, en carbón y cenizas y, la que de paso, destruirá nutrientes del suelo. A ello, se suma el aumento de material particulado en el aire y los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.

La materia particulada es un indicador sustitutivo habitual de la contaminación del aire. Según detalla la OMS, "se cuenta con sólidos datos científicos que demuestran los efectos para la salud asociados a la exposición a este contaminante". Entre los principales componentes de la materia particulada están los sulfatos, los nitratos, el amoníaco, el cloruro de sodio, el carbono negro, los polvos minerales y el agua.

Esto, comentan expertos a Emol, puede traer consecuencias importantes para la salud, en especial en aquellas personas enfermas crónicas o que estén atravesando algún cuadro de covid-19, además de las precauciones que se deben tomar en estos casos.

Daños respiratorios y pacientes covid-19


El doctor Felipe Rivera, broncopulmonar de la Clínica Dávila agrega que "es evidente que las cenizas y el humo no son aire puro; tienen gases tóxicos y partículas de distintos tamaño, especialmente las PM 2,5 que son las más riesgosas. Tanto es así, que cuando hay un incendio, hay emergencia ambiental en los sitios cercanos o donde el humo se arrastra. Hay estudios que demuestran que el humo puede recorrer hasta mil kilómetros de distancia", comenta.

Por su parte, el doctor Ronald Reid, broncopulmonar del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes, explica que la exposición al humo y cenizas "produce inflamación en la vía aérea, por lo cual, en cualquier persona, producirá tos bronquial, pecho apretado, cansacio, etc".

"Ahora, esa misma inflamación tiene consecuencias peores en quienes tienen alguna enfermedad previa, como asmáticos o con efisema, puesto que pueden presentar mayor cantidad de tos y obstrucción bronquial. En el caso de pacientes que recientemente tuvieron covid-19 y siguen con tos, también pueden ver exacerbados sus síntomas, y si quedaron con alguna secuela, también podrán presentar más obstrucción y falta de aire", comenta.

El doctor Rivera complementa que una persona con covid-19, ya posee una inflamación pulmonar y "una alteración en la estructura que permite el traspaso de gases de la atmósfera, principalmente de oxígeno, y del CO2; por lo tanto, si ya está alterado el sistema, evidentemente la persona estará más proclive a hacer una falla respiratoria".

Para protegerse de manera eficaz, agrega el médico, lo recomendable es utilizar una mascarilla N95, "que no es la que usa habitualmente la mayoría de las personas", a lo que se deben sumar factores como la cercanía con el siniestro, la capacidad respiratoria de la persona y el sistema defensivo del propio organismo.

Daño en el agua


Otra de las afectaciones tras los incendios, ampliamente descritas en la literatura, apunta al agua. Los daños van desde cambios al ciclo hidrológico dentro de la cuenta hidrográfica, hasta una reducción en la disponibilidad de este elemento, puesto que tras los siniestros, cuando la vegetación se comienza a recuperar, aumenta su consumo de agua.

De acuerdo a Ricardo Zamarreño, Académico Químico y Doctor en Ciencias Ambientales de la Universidad del Alba, el impacto más importante que ocurre debido a las cenizas es que éstas son de tipo orgánico y tienen un alto contenido de carbón.

"Ese carbón, cuando llega a los cuerpos de agua, ya sea a ríos, lagos o lagunas van a ser degradadas por bacterias. Este proceso requiere alto contenido de oxígeno, entonces puede disminuir el contenido de oxígeno del cuerpo del agua, sobre todo de lagos. Al ocurrir aquello, pueden crecer otros tipos de organismos que son los famosos cianobacterias que necesitan casi nada de oxígeno y su crecimiento se genera por alto contenido de nutrientes, ya sea fósforo o nitrógeno que está en las cenizas y esto genera que el agua pudiese cambiar de color o sabor, pero en los cuerpos del agua, no en el agua tratada", explica.

El académico agrega que "hay que tener en cuenta que no solamente se afecta el agua superficial, sino que también el agua subterránea, porque estos compenentes (fósforo y nitrógeno) de alguna forma pueden llegar a estas aguas subterráneas y contaminarlas, porque estas aguas tienen mayor tiempo de retención en el suelo".

En cuanto a los daños que pueda sufrir el proceso de potabilización del agua, el principal sería "el filtrado del agua que se va a potabilizar, porque está cayendo mayor cantidad de material particulado, que en este caso es un material particulado rico en carbono. Entonces eso puede provocar que se genere y que tape los filtros, lo que retrasaría el proceso de potabilización del agua".

Por otra parte, sostiene que el agua de riego tampoco se vería afectado "porque contendría material particular orgánico, por lo que no afecta a los suelos".

Por su parte, Marcela Cornejo, académica de la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV explica que en el caso de los océanos, la afectación puede ocurrir de varias maneras. El primero, es que "la cantidad de cenizas que emiten a la atmósfera estos siniestros, pueden bloquear la luz solar y con ello la energía necesaria para los organismos que realizan fotosíntesis en las aguas. Sin embargo, existen estudios que muestran que el incremento de estas cenizas que eventualmente caen al océano actúan como fertilizantes, porque contienen nutrientes, y favorecen la productividad primaria", agrega.

La académica agrega que, además, cuando la vegetación es arrasada por los incendios, "existe menor retención de material del continente de los suelos, por esta razón, cuando llueve existirá más arrastre de este material hacia los cuerpos de agua como lagos y aguas costeras".
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