La fiscalía investiga un particular hallazgo ocurrido el viernes en Cuesta Barriga, luego que se hallaran restos humanos de "varias" personas en el límite entre las comunas de Curacaví y Padre Hurtado, en la Región Metropolitana. Esto, mientras se realizaban diligencias por el caso de un cuerpo hallado el viernes en ese lugar, vinculado a la indagatoria de un secuestro con homicidio.
Incialmente, el fiscal coordinador ECOH, Héctor Barros, detalló que el lugar donde fueron hallados los restos sería un sector tradicional "donde el Tren de Aragua ha estado utilizando desde hace un gran tiempo a la fecha para deshacerse de algunos cuerpos", lo que abrió una eventual vinculación en torno a un vínculo con el crimen organizado.
Más tarde, el
ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, daba cuenta de que existía otra línea investigativa al respecto, completamente distinta: "La información que tiene el Ministerio de Seguridad Pública es (...) que son restos que provienen de material probablemente de estudio. El origen de cómo llegaron a ese lugar forma parte de la investigación", añadió.
Precisó que esto "podría constituir delitos e infracciones que van desde el Código Penal hasta el Código Sanitario".
Aunque aún se trata de un proceso en desarrollo, algunas voces ya han planteado sus dudas en torno a la procedencia de los restos humanos. Ayer, el alcalde de Padre Hurtado, Felipe Muñoz (PS), comentó que "me genera más dudas que certezas, porque yo vengo del área de salud, y existe un protocolo para deshacerse hasta de una aguja. Entonces me parece muy extraño que alguien se haya saltado ese protocolo, sea una casa de estudio, centro clínico, un lugar donde se trabaje con restos, y que hayan venido a tirarlos así como así a la Cuesta Barriga", sostuvo a Radio Universo.
Más allá de lo que establezca la indagatoria, ¿cuáles son los protocolos que se manejan cuando instituciones autorizadas desechan restos orgánicos? En conversación con Emol, expertos entregan los lineamientos clave.
Qué dice el código sanitario
Diego Godoy, docente de Anatomía de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma, aborda las disposiciones legales respecto al trabajo en estas materias por parte de organismos de salud.
Según explica, el decreto supremo N°6 del código sanitario, del año 2009, con actualizaciones en el año 2017, "regula el manejo de residuos de establecimientos de atención de salud (REAS), en los cuales se incluyen los llamados residuos patológicos que corresponden a restos biológicos (tales como órganos, partes del cuerpo o restos humanos)".
Así, en base a esto, el Minsal, con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), redactaron un protocolo para el manejo de los REAS, estandarizando el como se clasifican los residuos: esto puede ser "
por su peligrosidad o toxicidad, y
su almacenamiento temporal para su posterior traslado a los establecimientos encargados de ejecutar la disposición final de estos restos, cuyas instalaciones también deben contar con autorización sanitaria, lo que en general finaliza en la
cremación para la eliminación de riesgos para la salud de la población, por posibles infecciones por diversos patógenos (por ejemplo, el virus de la Hepatitis)".
Añade que "el protocolo para el manejo de los REAS también abarca desechos provenientes de autopsias, necropsias y otros estudios anatómicos o de investigación".
"Todo debe ser eliminado"
En la misma línea, el doctor Julio Cárdenas, académico del Departamento de Anatomía y Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que estos protocolos se aplican a todas las instituciones que manejen residuos orgánicos y que desechen todos los elementos alusivos a los procedimientos médicos y de laboratorio.
Cada institución es responsable de almacenar los materiales en "bolsas gruesas, especiales, impermeabilizadas", pensadas precisamente para que estos elementos no traspasen las bolsas y aquello no signifique un riesgo para quien posteriormente deba manipularlos, además, se guardan en contenedores.
Además, la institución debe tener convenios con empresas -generalmente privados- que recogen los desechos clínicos y el material orgánico, dedicadas exclusivamente a esta tarea, "y las bolsas se rotulan y se avisa a la autoridad, se hace un formulario y se avisa a Seremi (de Salud)".
Luego de eso, las empresas deben trasladar los restos a los crematorios. "Todos los restos biológicos de distinta naturaleza, sea animal, humano, tienen que ser eliminados totalmente, que no queden rastros del origen ni nada, y habitualmente lo que corresponde es cremarlo, hacer una reducción del material dependiendo de qué tipo sea", cerró.