En los próximos días comenzará oficialmente el periodo de campañas de cara a las primarias presidenciales del oficialismo, previstas para el próximo 29 de junio.
La participación ciudadana es una preocupación central para los candidatos: Una baja concurrencia podría restar legitimidad al proceso y afectar la adhesión pública, mientras que el nivel de participación también podría inclinar la balanza a favor de uno u otro abanderado.
Según los comandos y analistas políticos, la meta mínima sería alcanzar al menos 2 millones de votantes; superando lo que fue la primaria de Apruebo Dignidad cuando se enfretó el entonces candidato Gabriel Boric contra el exalcalde de Recolecta, Daniel Jadue.
En el año 2021 se realizaron primarias presidenciales de Chile Vamos y Apruebo Dignidad. En ese entonces, el padrón electoral contaba con 14.693.423 personas habilitadas para votar, de las cuales participaron 3.141.408, lo que equivale al 21% del total.
En la primaria de Chile Vamos —en la que compitieron Joaquín Lavín, Ignacio Briones, Sebastián Sichel y Mario Desbordes— se registraron 1.340.472 votos. Por su parte, la primaria de Apruebo Dignidad alcanzó un total de 1.752.922 votos. A estas cifras se suman 41.930 votos nulos y 6.080 votos en blanco.
En la última elección municipal y regional el padrón superó las 15 millones 400 mil personas habilitadas para sufragar; cifra que debería ser similar para las primarias de junio. Aunque hay que restar a todas aquellas personas que militan en tiendas fuera de los inscritos en primarias.
En una entrevista con El Mercurio, el experto electoral Pepe Auth apuntó a que "la primaria debiera superar la masividad de 2013 y 2021 para tener impacto real de recuperación de la opción oficialista, es decir, sobre 2,1 millones de personas. En síntesis, si la primaria moviliza apenas un millón de personas, sería el naufragio de la opción oficialista, sin importar quién gane, el escenario más probable sería el de las dos derechas en disputa por la presidencia".
"Si, en cambio, participan más de dos millones y la ganadora se empina al millón de votos, podría volverme el alma al cuerpo al progresismo y modificar el catastrófico escenario actual para su opción", añadió.
El director del magister de Gobierno y Administración pública de la U. Autónoma, Eric Latorre, planteó que "las elecciones primarias del oficialismo requieren una participación mínima para ser considerada legítima de un punto de vista político".
"En ese sentido, recordemos que la elección donde fue electo el Presidente Boric tuvo una participación aproximada a 1,8 millones votos, digamos, entre el presidente Boric y el candidato Jadue que representa algo más del 10% del padrón electoral. Por consiguiente, el primer piso que debiera tener esta elección primaria es el piso definido por la primaria anterior y que esté en torno al 10%. Los candidatos esperaran un techo más bien cercano al 20%, o sea, estar en torno a los dos millones y medio, a los tres millones de votos", agregó.
Por otro lado, indicó que "es indudable que mientras más personas voten se favorece la candidatura de Carolina Tohá. Básicamente por dos razones. La primera porque ante un escenario de menos votantes, votan aquellos que tienen una mayor identificación partidaria o sectorial y en ese sentido el Partido Comunista es mucho más ordenado, disciplinado. El Frente Amplio en segundo lugar y Carolina Tohá tiene un problema de dispersión de votantes alineados partidariamente. Sin embargo, Carolina Tohá, que es una candidata más amplia, con más llegada al centro, que se ve más moderada, puede captar más votos de electores no militantes o que no tienen una identificación tan férrea".
Qué dicen los candidatos
Según constató La Tercera, la candidata del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, en una reunión telemática con sus adherentes y voluntarios sinceró que una baja participación en la elección podría favorecer a los otros candidatos y perjudicarla a ella.
"Es un desafío no solo ganar la primaria, sino que vote mucha gente. Porque aquí la verdadera competencia es con la derecha. Si ganamos la primaria, pero sin tanta votación, no es bueno. Y, además, si vota poca gente, hay más riesgo de que no ganemos la primaria. Para nosotros que vote gente es un objetivo fundamental", planteó la abanderada.
Jara no compartió lo planteado por Tohá: "La tesis que ahí se plantea es que si partida poca gente, eso podía hacer yo fuera más competitiva. Pero lo cierto es que la Cadem plantea la tesis contraria, que si aquí hubiese voto obligatorio, resulta que yo podría ser más competitiva".
"Ergo, me quedo con el siguiente resultado: Creo que soy la candidata más competitiva", indicó.
Desde el comando de Gonzalo Winter (FA) argumentaron que lo ideal para el candidato sería que participara la mayor cantidad de gente.
"El nivel de conocimiento en este momento es más bajo que el de las ministras y en la medida que va avanzando la campaña se va desplegando y así dando más a conocer sus ideas y por lo mismo le da la posibilidad de tener mayor adherencia inclusive de la que está teniendo actualmente y así poder también ganar la primaria", explicó la jefa de campaña, Gael Yeomans (FA).
El candidato del Frente Regionalista Verde Social, Jaime Mulet, planteó que "a mayor participación menor es la incidencia de los partidos, sus militantes y afines. La mayor participación hace que sea más incierto el resultado".