Un tímido sol que a ratos se asoma por medio de las densas nubes de esta mañana en Puerto Varas refleja bien el ánimo en estos momentos de sus habitantes: Pese al desastre, "hay luz de esperanza", dicen quienes se vieron afectados por el inusual tornado de 178 kilómetros por hora que pasó ayer por la turística ciudad de la Región de Los Lagos, dejando un saldo de destrucción difícil de olvidar.
Pese a las 19 personas que resultaron heridas y las 250 viviendas -según los más recientes catastros-, los vecinos y autoridades de Puerto Varas agradecen no tener que lamentar víctimas fatales, pero la sensación de temor se mantiene un día después del tornado.
"Fue más que un terremoto", asegura Rosanna Astorga, quien administra el bar restaurante El Ciudadano, el cual sufrió severos daños y la pérdida de su terraza. "El temblor por último te deja algo, esto se lo llevó todo", añade.
Su sensación de temor se repite entre otros afectados por un tornado cuyas consecuencias se hacen más visibles a medida que se avanza hacia el centro de la ciudad, donde el panorama es desolador: edificios con severos daños, tendido eléctrico en el suelo, árboles arrancados de raíz, latas de techos esparcidas en jardines y veredas, y locales comerciales con fachadas destrozadas.
Además, son varios los semáforos que no están funcionando, generando confusión entre los conductores que transitan con cautela mientras dimensionan los efectos del tornado, incluyendo grandes montones de escombros acumulados en algunas esquinas y que fueron agrupados durante la madrugada por personal policial, del Ejército y funcionarios municipales, además de algunos vecinos que decidieron sumarse.
Durante las primeras horas del día, el centro se mantenía con escasa presencia de personas. Quienes sí se aventuraban, lo hacían con sus celulares en mano, grabando y fotografiando el rastro de destrucción. Con el paso de las horas, el flujo peatonal y vehicular comenzó a recuperarse, especialmente en las calles Gramado y Del Salvador, las más afectadas por el paso del tornado, coincidiendo que la restitución total del agua potable y la de la energía eléctrica en un 85%.
Locatarios y vecinos afectados buscan pararse
Con rostros de preocupación, comenzaron a llegar los dueños de los locales comerciales y trabajadores de distintos rubros para evaluar los daños. Algunos se dedicaron a limpiar lo que podían, mientras otros buscaban ayuda. La escena era una mezcla de incredulidad y acción, ya que es una ciudad acostumbrada a las fuertes lluvias, pero no a los tornados.
"Para todo puertovarino esto no va a parar. Hay miedo porque podrían haber otros tornados", dice Natalia García, directora del comité de edificio Vita, uno de los tantos afectados del desastre natural. "Volaron los techos y hubo más de 40 departamentos afectados con el tema del termo panel. Como se cortó la luz, muchos arrendatarios se fueron para cargar sus celulares. En una de las torres no funcionaban las bombas de agua. Fue una catástrofe", agrega.
Pero destacó la colaboración entre los vecinos en medio de la adversidad, algo que también valoró el alcalde de Puerto Varas, Tomás Gárate, quien subrayó que, pese a que el municipio dispuso un albergue, este no fue utilizado por nadie, ya que los afectados fueron recibidos por familiares o amigos. "El cariño del sur de Chile", manifestó.
Mientras tanto, camiones pesados repletos de escombros, entre troncos, vidrios y techos, se pasean por las calles, así como funcionarios policiales, bomberos y autoridades desplegadas para levantar rápidamente una ciudad de las rozas que recibió al Presidente, Gabriel Boric, quien arribó a Puerto Varas para evaluar la situación.
"Venimos de Temuco, otros de Valdivia y de distintas zonas del sur", dice un funcionario policial a Emol que mencionaba -mientras removía escombros- que estaban desde muy temprano en la mañana ayudando a despejar las calles. "La sacamos barata", replica, por su parte, un guardia de seguridad del local de una empresa del retail que sufrió daños más bien menores, más allá de algunos ventanales rotos.
"Para todo puertovarino esto no va a parar. Hay miedo porque podrían haber otros tornados".
Natalia García
Lo anterior, considerando lo que se sucedió al establecimiento del frente: un supermercado Lider emplazado Avenida Granado -una de las más importantes y transitadas de la ciudad- el cual sufrió serios daños
"en su infraestructura y entorno, lo que nos ha obligado a cerrar temporalmente sus puestas", señalaron desde Walmart a Emol. “Esperamos reabrir nuestra tienda a la brevedad posible”, añadió.
Con todo, el día después del tornado, locatarios y vecinos cooperan para ayudar a los más afectados. No hay tiempos estimados para volver a la normalidad y los catastros del costo total del desastre recién están comenzando. Lo más importante en este momento es reparar los techos y evitar inundaciones.
"Los que me están ayudando son mis amigos y los clientes que me han donado monetariamente, por suerte", agrace Carlos, de 42 años, quien perdió gran parte de sus cosas y de su trabajo.