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Neozelandesa sobrevivió dos días perdida en el mar gracias a dulces, bolsas plásticas y un espejo

Kushila Stein navegaba en el yate de un británico durante el pasado fin de semana, cuando al salir a dar un paseo en un bote inflable perdió uno de los remos y con los fuertes vientos quedó a la deriva.

06 de Noviembre de 2019 | 15:37 | Redactado por María José Hermosilla, Emol
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Hellenic Coast Guard / Sitio web
La neozelandesa Kushila Stein (47) nunca imaginó que el pasado fin de semana pasaría dos noches sola dentro de un bote inflable perdida mar adentro al norte de Creta, Grecia, buscando formas de poder sobrevivir con lo que tenía a su alcance.

Todo comenzó cuando la semana pasada la experimentada navegante ayudó a un hombre de Reino Unido, identificado como Mike, a trasladar su yate desde el sur de Turquía hasta Atenas. Durante el viaje, Stein quiso detenerse por algunas horas y salir a "estirar las piernas", por lo que decidió tomar un bote inflable hacia la isla griega de Folégandros.

Sin embargo, en su camino de vuelta al yate uno de los remos se le cayó al mar y los fuertes vientos hicieron que el bote se fuera mar adentro, según contó Wendy Stein, madre de la navegante, al medio neozelandés Stuff.

El dueño del yate al percatarse que Stein todavía no volvía de su salida después de casi 12 horas de haber dejado la embarcación, decidió llamar a la guardia costera de Grecia para reportar su desaparición.

A partir de ese momento, una operación de búsqueda, que involucró alrededor de seis buques, un helicóptero y un dron bajo el mar, comenzó a intentar dar con el paradero de Stein y el pasado domingo, después de más de 40 horas en el mar, la encontraron a 101 kilómetros al norte de Creta.

Métodos para sobrevivir


Durante su estadía en el mar, la madre de Stein contó que la mujer logró sobrevivir gracias a una bolsa con dulces que llevaba y que pudo ir racionando a medida que pasaban las horas, bolsas plásticas con las que se cubría para mantenerse en una temperatura más alta y, a través de una bolsa roja sobre su cabeza y un espejo, intentó atraer la atención de algún navegante o avión.

Además, durante las horas a bordo del bote, la mujer escribió el nombre y número de contacto de su madre en un lado del bote por si era encontrada sin vida.

También, se quitó los calcetines mojados para intentar secarlos en un costado de la embarcación y así mantener el calor cuando la temperatura bajaba durante las noches.

Después de ser encontrada, Stein fue llevada a un hospital cercano donde fue tratada por la exposición solar y su deshidratación. Según declaró su madre, su entrenamiento como navegante le salvó la vida en el mar.

De acuerdo a un medio local, cuando la mujer fue rescatada inmediatamente llamó a su madre y le dijo: "Todavía me queda un dulce".
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