Las únicas fuentes que se mantendrán abiertas son aquéllas donde hay fauna y flora.
EFE (Imagen referencial)
Las autoridades de Milán, en Italia, han adoptado una serie de medidas de emergencia para hacer frente a la sequía, incluyendo el cierre de todas las fuentes de agua de la ciudad.
La medida fue anunciada por el alcalde Milán, Guiseppe Sala, en sus redes sociales, quien precisó que esto es con excepción de las fuentes "donde hay fauna y flora y los pequeños lagos/canales de los parques de la ciudad".
También se decidió "la suspensión del riego por aspersión de céspedes y zonas verdes, salvo el riego por goteo que afecta a la nueva plantación de árboles".
La autoridad firmó hoy una ordenanza en que invita a los ciudadanos a minimizar el uso de agua potable, tanto para uso doméstico como para regar los jardines privados.
Las medidas se adoptan después de que la región a la que pertenece, Lombardía, decretara el estado de emergencia hídrica hasta el 30 de septiembre por la sequía que está afectando a todo el país.
La situación de sequía en Italia es cada vez más grave, por lo que el ministro de Políticas Agrarias, Stefano Patuanelli, explicó el viernes que existe "una situación dramática en muchas zonas del país y que las llamadas zonas rojas, aquéllas en las que hay una disminución de los niveles de los ríos y lagos y donde falta el recurso hídrico, se están expandiendo cada vez más y, por lo tanto, en casi todo el país en las próximas semanas estará en la zona roja".
Son muchos los alcaldes que han firmado ordenanzas para limitar el consumo de agua ante la sequía, sobre todo en el norte, donde el caudal del rio Po se encuentra bajo mínimos, y en el centro del país. Los expertos hablan de una sequía histórica más dura que la que se vivió en 2003 y 2017.