El 7 de mayo comienza el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco.
AP
Un
divertido episodio tuvo lugar en la
Casa Santa Marta, la residencia en el interior del Vaticano
que por estos días alberga a los cardenales que desde el próximo 7 de mayo participarán en el cónclave donde se elegirá al sucesor del papa Francisco.
La anécdota, que fue revelada por el arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari (79) en una entrevista con el Corriere della Sera,
involucra a uno de los purpurados y al minibar de su habitación.
"
No puedo decirle su nombre porque es un buen amigo mío", sostuvo Pecorari en el diálogo que sostuvo con el periodista Fabrizio Caccia, aunque sí reveló que
se trataba de un cardenal "extranjero".
El episodio ocurrió una noche después de cenar, cuando
el cardenal en cuestión invitó a otros "colegas" a su habitación para conversar. "
Creía que era todo gratis (...) y así
terminaron rápidamente todos los licores en miniatura del minibar", relató el arzobispo emérito.
Sin embargo, el involucrado estaba mal informado.
"Los encontró en la cuenta y se molestó", afirmó Pecorari.
Cabe recordar que
en estos días previos al cónclave, los 133 cardenales participantes aprovechan de conocerse, ya que muchos nunca antes se han visto personalmente. Además,
intercambian impresiones sobre quién consideran apto para suceder a Francisco.
Las habitaciones en
Santa Marta -que en la práctica funciona como un hotel- son asignadas por sorteo, para que nadie se queje. En tanto,
la rutina durante los días previos al cónclave es un tanto monótona: los cardenales asisten dos veces al día a las Congregaciones Generales en el Aula Pablo VI, participan en las misas del novenario en San Pedro, visitan iglesias de referencia y mantienen encuentros con los fieles. Por eso,
algunos optan por distenderse con hobbies como el deporte o los juegos de mesa.