LA PAZ.- Brasil, con sus estrellas Ronaldinho y Neymar, enfrentará el sábado a Bolivia en un amistoso en la ciudad boliviana de Santa Cruz, pero en medio de críticas porque el dinero recaudado por la venta de boletos no irá en su totalidad a la familia de un joven muerto en un partido de la Copa Libertadores.
El encuentro está fijado en el estadio Tahuichi Aguilera de Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, y será dirigido por el árbitro argentino Patricio Loustau y, como asistentes, sus compatriotas Ernesto Uziga y Ezequiel Brailovscky.
El técnico brasileño Luiz Felipe Scolari llamó para el amistoso a 18 jugadores, entre ellos a los astros Alexandre Pato (Corinthians) y Neymar(Santos), y el volante Ronaldinho Gaúcho (Atlético Mineiro) y como novedad a cuatro jugadores de la Sub-20 que participaron en el Sudamericano de la categoría entre enero y febrero pasado en Argentina.
En el combinado de Felipao hay cuatro jugadores que por primera vez fueron llamados a la selección de mayores: los defensas Dória (Botafogo) y Douglas Santos (Náutico Capibaribe), el arquero Matheos Vidotto (Corinthians) y el delantero Leandro (Palmeiras).
El diario El Deber de Santa Cruz reportó este viernes que buena parte de las 33.500 entradas, con precios entre los 400 bolivianos (57 dólares) y 70 bolivianos (10 dólares), ya fueron vendidos, principalmente por el interés de hinchas bolivianos y la numerosa colonia brasileña para ver a Neymar y Ronaldinho Gaúcho.
Bolivia, por su lado, está concentrada con todos sus jugadores desde el viernes, pues varios de ellos completaron el miércoles y jueves partidos por el torneo doméstico.
Los 'altiplánicos' están entusiasmados por enfrentar al poderoso equipo brasileño que también viene preparándose en encuentros amistosos para el próximo mundial que se realiza en sus tierras el próximo año.
"Es un rival exigente, tiene jugadores importantes, pero la idea es hacer un buen papel", afirmó el volante Ronald García, quien sería uno de las piezas en el medio sector.
El arquero Sergio Galarza, de gran actuación la semana pasada ante Argentina por la eliminatoria sudamericana para Brasil-2014, señaló que "hay que seguir con la misma técnica" y dijo que su preponderante papel en el encuentro ante la albiceleste no debe ser motivo para bajar la guardia.
El encuentro amistoso está precedido por las críticas que provocó la decisión de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) de disponer del 100% de los ingresos por la venta de boletos, después de que la propia Confederación Brasileña de Fútbol dijo que el partido era para recaudar fondos en favor de la familia del joven boliviano Kevin Beltrán, de 14 años, muerto en un partido de fútbol.
Beltrán falleció tras ser impactado por una bengala a fines de febrero en la ciudad boliviana de Oruro, durante el partido por la Copa Libertadores de América entre San José y Corinthians, hecho que la fiscalía boliviana atribuyó a 12 hinchas del 'Timao', quienes están detenidos a la espera de un juicio.
El presidente de la FBF, Carlos Chávez, dijo en conferencia de prensa que "es una mentira" que el encuentro fue pactado, luego de los incidentes en el estadio de Oruro, y aseguró que el partido amistoso fue conversado "desde hace año y medio" y que "fue confirmado en 2012".
Limbert Beltrán, padre de Kevin, dijo sentirse "indignado", porque el nombre de su hijo "se lo está comercializando", aunque Chávez aseguró que una parte de la bolsa, aún no precisada, irá para la familia.