SANTIAGO.- Chile defendió hoy ante la Comisión Permanente del Pacífico Sur la adopción de medidas que restrinjan la libertad de pesca en alta mar, para garantizar la conservación de especies marinas sobreexplotadas.
"Efectivamente hay libertad de pesca en alta mar, pero se encuentra expresamente sujeta a los derechos, deberes e intereses de los estados ribereños", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad Alvear, durante la inauguración de esta reunión.
La Comisión Permanente del Pacífico Sur es un organismo marítimo regional integrado por Ecuador, Colombia, Perú y Chile cuyo principal objetivo es coordinar las respectivas políticas marítimas, en especial las relacionadas con la conservación y protección de los recursos marinos.
Durante esta VI Reunión de Cancilleres de la Comisión Permanente del Pacífico Sur, que concluye hoy mismo, los países miembros suscribirán el Acuerdo Marco para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos en Alta Mar en el Pacífico Sudeste.
"Este instrumento, destacó la canciller chilena, nos proporciona un mecanismo apropiado para, conjuntamente con las naciones pesqueras de aguas distantes interesadas, convenir un efectivo régimen de conservación para las especies marinas presentes".
Desde comienzos de los años noventa, la flota pesquera de Galicia (noroeste de España) captura pez espada en alta mar en el Pacífico Sudeste, que posteriormente exporta congelado a Estados Unidos.
El pasado mes de abril, la Unión Europea interpuso un recurso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) porque Chile, en respuesta a lo que considera sobreexplotación de esta especie, prohíbe a los barcos gallegos atracar en sus puertos para enviar cargamentos de pez espada congelado a Estados Unidos.
Precisamente la conveniencia de regular la actividad pesquera más allá de las 200 millas que integran la llamada Zona Económica Exclusiva acaparó la atención de los cancilleres durante la reunión.
Este límite, dentro del cual los Estados costeros ejercen derechos de soberanía sobre exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales, fue una iniciativa pionera de este organismo regional, en 1952.
Posteriormente, en 1982, fue aprobada la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que estableció definitivamente la Zona Económica Exclusiva.
Al referirse al límite establecido por este acuerdo, la ministra de Exteriores chilena puntualizó que el mismo no considera determinadas realidades biológicas, como la existencia de ciertas especies pesqueras que, en el curso de su ciclo vital se desplazan de unos sectores a otros.
Por ello, su captura en ocasiones se encuentra sometida a la soberanía del Estado ribereño en su Zona Económica Exclusiva, y en otras la realizan en alta mar por flotas pesqueras de otros países.
"La aplicación de un estricto régimen de administración pesquera en los espacios marítimos jurisdiccionales de nuestros países es inútil si es ignorado en la alta mar adyacente", advirtió la canciller Soledad Alvear.
La presencia de especies transzonales y altamente migratorias, como el pez espada y el jurel, y la problemática que produce su explotación en sectores de alta mar adyacentes a los espacios marítimos jurisdiccionales de los Estados ribereños "constituye la nueva frontera del Derecho del Mar", recalcó la ministra chilena.
Además de la actividad pesquera de las flotas de otros países más allá del límite de las 200 millas, otra de las circunstancias que ha afectado al normal desarrollo del sector pesquero de los países miembros del Pacífico Sur es el fenómeno climático de "El Niño", que causó una disminución de la biomasa en la zona.
Antes de comenzar la VI Reunión de la Comisión Permanente del Pacífico Sur, los cancilleres de Perú, Fernando de Trazegnies; Colombia, Guillermo Fernández de Soto, y Ecuador, Guillermo Fernández de Soto, fueron recibidos en el Palacio de la Moneda por el presidente chileno, Ricardo Lagos.