WASHINGTON.- La guerra contra Irak agravará la ya delicada situación económica en América Latina, reveló el informe semestral "Proyecciones Económicas Mundiales" divulgado hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El aumento de los precios del petróleo perjudicará a los países importadores de crudo, que son mayoría en la región; bajarán las exportaciones latinoamericanas a Estados Unidos y Europa; las inversiones extranjeras sufrirán una caída aún mayor a la que ya vienen registrando, y los ingresos por turismo también se verán intensamente afectados.
Las malas noticias llegan en el peor momento posible: América Latina experimentó en 2001 y 2002 la "peor caída de su economía de las últimas dos décadas", dijo el FMI.
El impacto negativo que la guerra tendrá sobre las economías en los países industrializados provocará una caída en la demanda interna, incluido Estados Unidos, y esto significa que las economías latinoamericanas, que tanto dependen de sus exportaciones a ese país, se verán perjudicadas, explica el reporte.
Señala también que el conflicto llevará a los inversores a estar aún menos propensos que en los últimos tiempos a arriesgar sus capitales en los mercados emergentes, lo cual tendrá un efecto negativo en los países que tienen alta dependencia de financiación exterior. Ese es el caso en la gran mayoría de las naciones latinoamericanas, a excepción de México y Chile.
También el turismo se verá afectado, ya que en tiempos de guerra los viajes internacionales por placer -y también por trabajo, aunque en menor medida- tienden a bajar sustancialmente. El turismo es una fuente fundamental de recursos para Latinoamérica y el Caribe.
La región crecerá este año menos que cualquier otro país subdesarrollado. Las proyecciones del FMI indican que Africa y el Sudeste Asiático crecerán casi cuatro por ciento, India 5,9 por ciento, China 7,5 por ciento, el Cercano Oriente y Turquía -a pesar de su crisis- 5,1 por ciento.
En cambio, América Latina sólo crecerá 1,5 por ciento.
La expectativa hace un año era que la región creciera 3,7 por ciento, pero desde entonces sólo se han tenido noticias negativas para la economía latinoamericana, y la proyección fue reducida en septiembre pasado a 3,0 por ciento, y nuevamente este mes a la mitad.
"La perspectiva económica continúa frágil y dependiente del desempeño de Estados Unidos", señala el informe.
"La mayoría de los países sufrirán (las consecuencias económicas) de una guerra prolongada en Irak, porque esto llevará a un deterioro en las condiciones financieras externas, que a su vez ralentizará el crecimiento global, y a un alza en los costos energéticos para los importadores de crudo".
La expectativa del crecimiento mundial, que era 4,0 por ciento hace un año, fue recortada a 3,7 por ciento en septiembre pasado. En este reporte fue nuevamente reducida, a 3,2 por ciento.
Pero esta proyección sigue siendo optimista: el FMI explica en su reporte que estos números asumen que el conflicto bélico en Irak se resolverá en un lapso breve de tiempo, y que mejorarán las condiciones de acceso a los mercados internacionales de capital.
"Dado que todavía son importantes las colocaciones de los inversores en América Latina, un evento adverso como una cesantía de pagos desordenada sobre una deuda puede resultar en una amplia venta de activos latinoamericanos", advierte el Fondo, aunque señala que México y Chile podrían quedar a salvo de tal efecto negativo.
La recuperación de la economía mundial que hace un año el FMI esperaba que se produjera en 2003, fue postergada para 2004.