LIMA.- La sonrisa que esbozó el Presidente de la República, Alejandro Toledo, el pasado 29 de septiembre, luego de que en los salones de Palacio de Gobierno se firmara un acuerdo para la exportación del excedente que obtendrá el Perú con el desarrollo del gas de Camisea, podría
convertirse en un gran dolor de cabeza para el Mandatario peruano y en una grave noticia para el país, según informó "El correo de Perú".
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