WASHINGTON.- Las remesas, que en 2003 transfirieron US$100.000 millones de países ricos a países pobres, se han transformado en la principal fuente de divisas para los países en desarrollo, dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales".
Las remesas, que son transferencias de dinero en efectivo que los trabajadores emigrantes envían a sus familias y amigos en sus países de origen, equivalen al 50% del total de los flujos de capital internacionales, y superan el monto combinado de la asistencia para el desarrollo que reciben los países pobres de parte de organismos multilaterales y países donantes.
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