NUEVA YORK.- El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó ayer a "una nueva solidaridad mundial" y exhortó a escuchar a los países pobres en la cumbre del G-20 sobre la crisis financiera prevista para el 15 de noviembre en Washington.
"Llamamos a una nueva solidaridad mundial para enfrentar, todos juntos, a la tormenta que se levanta", dijo Ban a la prensa al término de una reunión con jefes de las principales agencias de la ONU y de las instituciones de Bretton Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial).
"La crisis actual va a afectar a todos los países, pero los que sufrirán más serán probablemente los que son menos responsables: los países pobres en vías de desarrollo", agregó.
La crisis financiera "amenaza los cimientos de la globalización, lo que cuestiona el crecimiento global", insitió, tras advertir sobre "nuevas presiones proteccionistas que aparecerán".
Durante un debate realizado el jueves a puertas cerradas con cinco economistas de renombre sobre la situación económica internacional, Ban destacó la necesidad de que el G-20 "escuche la voz de los países pequeños y los pobres sobre las reformas a la arquitectura institucional internacional", señala el comunicado.
El debate abordó centralmente la futura cumbre del G-20, así como las próximas conversaciones sobre la liberalización del comercio de Doha. El encuentro tuvo lugar la víspera de una reunión bianual de los responsables de los principales organismos de la ONU, que discutirá asimismo sobre los medios para enfrentar la crisis.
Ban afirmó la necesidad de "mantener las metas a largo plazo, entre ellas los Objetivos del Milenio para el Desarrollo y la lucha contra la pobreza extrema y el calentamiento global, en el centro de la acción de la comunidad internacional".