SANTIAGO.- Importante era el desafío de BMW para revertir algunos de los aspectos criticados a la primera generación de su Serie 1. Y la casa alemana cumplió con creces con la segunda versión del compacto premium que fue lanzado en diciembre pasado.
Emol tuvo la oportunidad de subirse al 116i Sport, que sorprende gratamente con su espacio interior, gracias a las mayores dimensiones que posee en comparación con su predecesor: 4,324 metros de largo (aumenta 8,5 cms.), 1,76 metros de ancho (1,7 cms. más) y 2,69 metros entre ejes (3 cms. de incremento).
Tal "estirón" derivó en un maletero con mayor capacidad (360 litros, 30 más que la primera versión) y un amplio espacio tanto para ocupantes como para el conductor, que en el habitáculo convive con el i-Drive (mando circular), que permite manejar varias funciones del auto y que son proyectadas en la pantalla que resalta en la consola central.
Es ese comando, ubicado entre los asientos delanteros, el que permite descubrir los cuatro modos de conducción: Comfort (por defecto), Sport, Eco Pro y Sport +.
Manejo personalizado
La unidad de prueba que nos facilitaron monta un propulsor de 1.598 cc y 136 HP, y que al igual que el resto de los motores de esta segunda generación, integra la tecnología TwinPower Turbo, que a las 2 mil vueltas entrega toda su potencia al andar y que disfruta de la rápida respuesta que ofrece su caja mecánica de seis velocidades.
Tal dinamismo, el 116i no lo pierde ni siquiera en las curvas, donde se sienta con total soltura, merced a la elasticidad de su propulsor. Es en esta versatilidad que nos llamara la atención el Eco Pro y el Sport, por la adaptación del vehículo a las distintas exigencias.
El primero de ellos -como su nombre lo dice- busca la economía de combustible. Para ello, propone al conductor las distintas marchas a medida que avanza el camino. Basta con "obedecer" para conseguir kilómetros de ahorro.
Caso contrario es lo que ocurre en el modo Sport. Aquí, quien maneja disfruta de la sensibilidad del acelerador, de un manejo deportivo y más revolucionado, y una suspensión mucho más dura.
Todas las versiones -incluida la que probamos- presentan un carácter más ahorrador, con su tecnología EfficientDynamics que también va en la dirección del bajo consumo. Tiene un rendimiento homologado de 14 km/l.
Lo anterior es posible gracias a innovaciones como el Start/Stop (que hace no darse cuenta de que el vehículo se apaga solo cuando está detenido, y sólo parte cuando el embrague es presionado) o el Brake Energy Regeneration (que transforma la energía cinética al frenar en electricidad y que, a su vez, recarga la batería sin bencina.
Entre deportividad y elegancia
El nuevo Serie 1 además propone dos opciones de personalización del modelo: líneas Urban y Sport, que se distinguen por detalles estéticos. Mientras el primero apunta a un público enfocado en el diseño, el segundo busca a quienes gustan de un estilo deportivo.
La divertida conducción que ofrece la segunda generación del Serie 1 se conjuga con su exterior, donde resaltan las tomas de aire en el frontal, su imponente capó y los intermitentes laterales integrados en los espejos retrovisores, que por primera vez figuran en un modelo de la casa germana BMW.
Por ahora, esta segunda generación está disponible sólo en cinco puertas, desde los $15.900.000 hasta los $22.900.000. La unidad que probamos cuesta $16.990.000. No obstante, BMW descubrió su carrocería de tres puertas que se espera arribe pronto a nuestro país, con líneas más esculpidas.