DETROIT.- Los consumidores estadounidenses parecieron restarle importancia a los aumentos de los impuestos y desafiaron el invierno para comprar autos, camionetas y camiones nuevos a un ritmo inusualmente fuerte el mes pasado: Fue el mejor enero de la industria automotriz desde 2008.
"Fue como ver a los velocistas arrancar de la parrilla de salida", dijo Mike Jackson, director ejecutivo de AutoNation Inc., la cadena más grande de concesionarios de automóviles del país.
Las ventas de autos en Estados Unidos aumentaron un 14% frente a enero de 2012 y sumaron más de un millón de unidades.
La ganancia más fuerte entre las compañías más importantes fue de Toyota, con 27%. Las ventas de Ford subieron 22%, mientras que GM y Chrysler reportaron aumentos de 16% en comparación con el mismo mes de un año antes.
Los resultados dejaron a la industria optimista sobre las perspectivas para todo 2013. Las empresas compraron más camionetas y camiones. Los consumidores parecen más dispuestos a comprar coches nuevos, porque los autos usados tienen una antigüedad promedio récord, de 11,3 años, y los bancos están facilitando las cosas con tasas de interés bajas y condiciones de crédito más flexibles.
El mercado de valores pudo haber inspirado también a los compradores de automóviles. El índice Standard & Poor's 500 tuvo su mayor nivel desde enero de 1997, y las compras de automóviles nuevos tienden a subir o bajar con los indicadores bursátiles. Además, los empleadores han contratado trabajadores a un ritmo que aunque no es espectacular sí es constante.
Las ventas alcanzaron un ritmo anual de 15,3 millones de unidades en enero. Si esto se mantiene durante el resto del año, los fabricantes de automóviles venderán casi un millón de vehículos más que en 2012, cuando las ventas crecieron un 13%.
Los analistas pronosticaron ventas anuales de entre 15 y 15,5 millones de unidades este año. Aunque Estados Unidos todavía lejos de su récord máximo, de unos 17 millones de autos en 2005, la industria podría vender la friolera de cinco millones de automóviles, camionetas y camiones más que en 2009, el peor año en tres décadas.