WASHINGTON.- El secretario del Tesoro de Estados Unidos Paul O’Neill presentó este viernes su renuncia y dejará su cargo en las próximas semanas, según anunció en una carta dirigida al presidente estadounidense George W. Bush, indicó un portavoz del Departamento del Tesoro.
No se divulgaron los motivos de la renuncia.
"Por medio de la presente renuncio a mi cargo como Secretario del Tesoro", dijo O’Neill en la carta de tres párrafos.
"Ha sido un privilegio servir a la nación durante estos tiempos difíciles", añadió.
O’Neill, de 67 años, dejará su cargo en las próximas semanas, dijo la portavoz del Departamento del Tesoro, Michele Davis a periodistas.
En una reunión con sus empleados por la mañana, O’Neill afirmó que "hay muchas otras cosas importantes para hacer en la vida", añadió la portavoz.
El secretario del Tesoro informó a su equipo que su plan era retirarse en diciembre de 2000, cuando abandonó el cargo de presidente de la compañía fabricante de aluminio Alcoa. En cambio, Bush lo convocó al gabinete.
Poco después del anuncio de su renuncia, se divulgó también la dimisión de Lawrence Lindsey, consejero del presidente George W. Bush para asuntos económicos.
O’Neill, el primer miembro del gabinete en renunciar desde que asumió Bush, en enero de 2001, es conocido por no tener pelos en la lengua y sacudir los mercados con explosivas declaraciones.
En julio, el secretario del Tesoro dijo que los países del Cono Sur deben cuidar que el dinero de asistencia no "salga del país para cuentas bancarias en Suiza".
El comentario hundió al real brasileño y despertó la indignación de los brasileños, que sólo se calmaron cuando Washington pidió disculpas.
"O’Neill es tan cortés y cuidadoso como un elefante en un bazar", estimó el diario Jornal do Brasil tras el incidente. El diario económico Valor lo tildó de "prepotente", mientras el Washington Post le advirtió que si seguía metiendo la pata, se quedaría sin trabajo.
En junio, O’Neill había indicado que "no le parecía una idea brillante tirar el dinero del contribuyente estadounidense en la incertidumbre política" de Brasil, tras lo cual el presidente Fernando Henrique Cardoso protestó ante la Casa Blanca y el Tesoro debió aclarar sus dichos.
O’Neill también criticó fuertemente a los argentinos, al afirmar por ejemplo que "han estado metiéndose y saliendo de problemas por 70 años o más. No tienen ninguna industria de exportación, para hablar de algo. Y eso les gusta. Nadie los obligó a ser lo que son".
En una oportunidad, respondiendo a quienes lo criticaban, indicó: "si a la gente no le gusta lo que hago, no me importa. Podría estar navegando en un yate o conduciendo a través del país".
Antes de sumarse a la administración Bush, O’Neill fue presidente de Alcoa, primer fabricante mundial de aluminio, durante 13 años, y antes integró el directorio de International Paper, primer grupo papelero estadounidense.