BERLÍN.- Los delincuentes peligrosos podrán ser sometidos en Alemania a un régimen de internado de seguridad incluso después de haber cumplido su pena, en casos extremos durante el resto de su vida, dictaminó hoy el Tribunal Constitucional (BVG).
Los jueces del alto tribunal alemán, con sede en Karlsruhe, consideraron que el endurecimiento del régimen de internado de seguridad que supone esa medida es compatible con la Constitución.
El internado de por vida, bajo determinadas condiciones, incluso de delincuentes sin antecedentes penales, no atenta contra el derecho fundamental a la libertad ni contra la dignidad humana, pues no se trata de una "pena" en sí, sino de una medida preventiva para evitar futuros delitos, dictaminaron.
Los jueces subrayaron en su dictamen las garantías del preso en internamiento de seguridad, cuyo caso deberá ser revisado regularmente, se buscarán terapias para él y, en determinados casos, podrían aligerarse las condiciones de ese régimen, que en principio supone permanecer encerrado día y noche.
El Código Penal alemán establece que los delincuentes pueden permanecer en prisión tras cumplir condena si existen informes que avalan que suponen un peligro para la comunidad.
Ese texto especifica una serie de delitos -entre ellos, la mayoría de los de carácter sexual- que deben contarse entre los antecedentes del delincuente para que pueda ser sometido a un internamiento de seguridad.
En el caso de delitos graves, cuando la condena es de al menos tres años de cárcel, no es necesario que existan antecedentes para someter al condenado a ese régimen.
En 1998 se eliminó el límite que existía hasta entonces, que establecía un máximo de diez años de internamiento de seguridad tras el cumplimiento de la condena, y los jueces de Karlsruhe ratificaron con su sentencia de hoy la constitucionalidad de las condiciones vigentes a partir de ese año.
Los jueces recomendaron en su dictamen de hoy examinar informes sobre el riesgo de reincidencia del delincuente antes de decidirse por un régimen de esas características, y hacerlo con más atención cuanto más largo sea el internamiento.
Además, subrayaron que, a pesar de que la reintegración social de los delincuentes no sólo es deseable, sino que también está prescrita por las leyes alemanas, esa posibilidad ya no existe hoy en día para un grupo de criminales "probablemente pequeño".
Con ello, Alemania se despide de la doctrina de los años setenta, cuando se consideraba que cualquier criminal, si recibía la atención adecuada en la cárcel, podía volver a llevar una vida normal.
Por eso se introdujo entonces el citado límite de diez años, en una época en la que Alemania se desprendía de algunas de las disposiciones penales establecidas por el nazismo.
El origen concreto del dictamen del TC es el recurso presentado por un delincuente reincidente de 47 años que desde que cumplió los 15 años sólo ha gozado de unas pocas semanas de libertad.
El Gobierno se mostró de acuerdo con el dictamen, y el secretario de Estado del Ministerio de Justicia Hansjoerg Geiger dijo en Karlsruhe que "nos sentimos confirmados en nuestra opinión de que se puede decretar un internamiento de seguridad contra delincuentes peligrosos a los que por desgracia no se puede aplicar una terapia".
Unos 300 delincuentes están actualmente sometidos a ese régimen en Alemania.